Emocionado adiós a Marcial Jesús Rodríguez Morales

Este martes amaneció Lanzarote con la triste noticia del fallecimiento de Marcial Jesús Rodríguez Morales, un hombre recto, de trayectoria intachable que fue sobre todo amigo de sus amigos, alguien que además supo ser un abnegado esposo y que vivió la política desde un discreto segundo plano, un lanzaroteño de pro.

Marcial Jesús Rodríguez murió en Arrecife cuando sólo había alcanzado la mitad de la vida, los 50 años, dejando un hondo penar en su esposa, Plácida Guerra Cabrera, y en sus hijas Cristina, Isabel y Paula, y por supuesto en su madre, Isabel Morales Fernández.

Hay mucho dolor en toda la isla, pero especialmente en la familia del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL), donde fue un apoyo incansable incluso en los peores momentos.

Desde este diario nos queremos sumar a ese dolor, le queremos trasladar a Plácida y a sus hijas nuestro más profundo sentimiento de pesar, queremos decirles que cuenten con nosotros para aquello que necesiten en estos complicados momentos.

La conducción del cuerpo de Marcial Jesús se producirá este miércoles desde el Velatorio del Hospital Insular a la capilla de dicho centro, donde tendrá lugar la celebración de la Palabra a las 11.30 horas y desde allí al Cementerio de Arrecife.

Que descanse en la paz de los justos.

La razón de Segura

El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, reprochó este martes a los representantes del Parlamento regional que no se hubieran dignado en cuatro años a tener un gesto con el problema de la inmigración irregular tan sencillo como habría sido el de cursar una visita oficial o no oficial a uno de los centros de internamiento que hay repartidos por la geografía de las Islas. Aunque en ocasiones el dirigente socialista no ha estado muy atinado, sobre todo en temas vinculados con la inmigración irregular, en esta ocasión hay que darle toda la razón, porque la tiene.

Por desgracia, el Parlamento de Canarias dista mucho de ser una cámara de representación de toda la soberanía popular de las ocho islas. Cada legislatura se repite la misma escena, la apatía generalizada de sus señorías, la falta de operatividad y la falta sobre todo de interés de acercar este importante estamento a los administrados. En islas como Lanzarote no hay prácticamente conocimiento del trabajo que se realiza en Tenerife, salvo las cuatro o cinco cosas que transmiten los ocho diputados que salen de aquí.

No estaría mal que se hiciera caso a la recomendación de Segura y el Parlamento se interesara por los temas que preocupan a los canarios, pero a los canarios de todas las islas, no sólo a los de Gran Canaria y Tenerife.