El nuevo pacto

Por razones evidentes de acumulación de opiniones -debemos agradecer infinitamente a toda la gente que nos manda sus escritos- el artículo editorial de este fin de semana va a ser breve. Podría ser la segunda parte del que ya se publicó en la edición anterior, la segunda parte del esperpéntico espectáculo en el que se ha convertido la política de Lanzarote. Tampoco hace falta escribir demasiado para subrayar el malestar que existe entre una población que está cansada de los espectáculos que ofrecen sus políticos. El Cabildo de Lanzarote se ha convertido en una institución manoseada, usada de forma irresponsable por aquellos que son incapaces de mirar antes por el bien general que por el particular o el político.

La presidenta del Cabildo, Inés Rojas, dijo este viernes a los medios que tiene confianza de no estar estos seis meses que quedan para las elecciones locales y autonómicas con un Gobierno de mínimos. Aunque no precisó si cuenta ya con algún aliado, su firmeza hace pensar que así es. Sea como sea, lo importante es que se aprovechen estos seis meses para hacer muchas de las cosas que todavía siguen pendientes y que se pueden ejecutar. Aunque sea, que impere la responsabilidad por una vez y sirviendo de precedente.