De candidatos va la cosa
En cuanto una semana se pone pesada en el plano político, se pone. Es lo que está ocurriendo en estos cinco días laborables, que los temas se están concentrando. Al margen de la salpicadura de la barriobajera guerra empresarial que se está produciendo en Gran Canaria, la política de las Islas ha tenido un denominador común: la futura candidatura a la presidencia del Gobierno. Primero ha sido el Partido Socialista Canario (PSC), que ha tenido entretenido al personal con su pulso firme a la Federal y a las ocurrencias de su secretario de Organización, José Blanco, al que no se le ocurrió mejor idea -todavía no se ha aclarado si estuvo empujado por detrás por alguien con más poder que él- que anticipar el deseo del “partido” de que el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, sustituya a Juan Carlos Alemán en el nuevo intento por apartar a Coalición Canaria (CC) del timón de mando del Ejecutivo canario.
Primero han sido los socialistas, y ahora le ha tocado el turno a la propia CC. Y no es que un cualquiera haya salido a remover un gallinero que en estos momentos parecía absolutamente tranquilo. Ha sido nada más y nada menos que el político que más tiempo lleva dentro de la Administración autonómica, el insigne Antonio Castro Cordobez, adorado en La Palma por lo mucho que ha hecho por su isla a lo largo de las últimas décadas.
El consejero de Infraestructuras, Transportes y Vivienda del Gobierno canario dijo en una emisora de Tenerife que “no sería muy bueno” que Adán Martín repitiese candidatura a presidente autonómico, al considerar que esto no favorecería la “integración” y “cohesión” territorial del Archipiélago. “No es muy bueno repetir en Canarias si entendemos esta tierra, es bueno que el presidente de Canarias vaya siendo de distintas islas”. Para Castro, esto se justifica en el hecho de que la variación de las procedencias de los candidatos, “aunque no es lo más importante, sino las personas”, puede ayudar a “integrar y cohesionar al pueblo”.
La verdad es que se puede decir más alto, pero difícilmente más claro. El vicepresidente de CC ha dejado claro ya a sus compañeros, comenzando por su presidente nacional, Paulino Rivero, que hay que seguir promoviendo la alternancia. Es decir, que el próximo candidato de CC debe ser de otra isla. Y si debe ser de otra isla, parece claro que deberá salir de Gran Canaria. Porque, que nadie se engañe, ni en CC, ni en el PSC ni el Partido Popular (PP) existe todavía conciencia real de lo que debe ser una Canarias unida y equilibrada. Ninguna de las grandes formaciones se atrevería a proponer a un candidato a la presidencia del Gobierno regional que saliera de Lanzarote, de Fuerteventura, de El Hierro, de La Gomera o de La Palma, y mucho menos de La Graciosa.
Extraña, teniendo en cuenta que Antonio Castro es uno de los líderes de la Agrupación Palmera Independiente (API), una formación ya disuelta dentro de CC pero con evidentes raíces en las Agrupaciones Independientes de Canarias, que haya querido dejar tan claro a estas alturas que el candidato no puede ser de Tenerife. Muchos podrían pensar que lo que se traduce de sus declaraciones es un malestar con el actual presidente. Es previsible que esta circunstancia se aclare en estos días, porque los periodistas del Archipiélago no van a dejar pasar la oportunidad de preguntar a ambos implicados por lo dicho. De momento, para no crear más polémica de la que sabía que iba a crear, comentó que “Adán está haciendo un esfuerzo titánico, no ha sido una legislatura sencilla y me consta que está trabajando al cien por cien”, dando a entender que al margen del hecho insular existe un desgaste en su compañero de partido.
Aunque Castro Cordobez, como palmero que es, dijo que no es bueno que los candidatos de CC sean siempre de las islas capitalinas, este jueves comenzaron las quinielas. El nombre que más se oía en los mentideros políticos y periodísticos era el de José Carlos Mauricio. ¿Será finalmente su oportunidad, podrá convencer a sus compañeros de que la buena imagen que se supone que tiene en Gran Canaria se puede trasladar al conjunto del Archipiélago? Otros muchos piensan que no, que el perfil del candidato tiene que ser el de alguien como José Miguel Ruano, un consejero que tiene muy buena imagen y por el que seguramente apostará una buena parte de CC.
Después de que se haya abierto la veda en CC, ahora sólo falta que salga Larry Álvarez, que ha sido y parece que sigue siendo la mano derecha de José Manuel Soria, para asegurar que el candidato ideal del PP es Pablo Matos o Domingo González Arroyo. Lógicamente hay tantas posibilidades de que esto ocurra como de que el propio PP arregle definitivamente los trapos sucios que todavía tiene en Lanzarote.