Continúa el drama y no pasa nada
José Luis Rodríguez Zapatero estuvo recientemente en las Islas para preocuparse por el problema de la inmigración irregular. Aunque es su obligación como presidente de todos los españoles, ya fue aplaudido en este diario por la odiosa comparación con lo que había hecho su antecesor en el cargo en ocho años de gobierno. José María Aznar no vino una sola vez para preocuparse por un fenómeno que golpeaba seriamente a las islas de Lanzarote y Fuerteventura. Sin embargo, y a pesar de la preocupación del presidente, cada día se hace más urgente la adopción de medidas que terminen de una vez por todas con el tráfico indiscriminado de seres humanos que se juegan la vida para alcanzar las costas canarias.
El lunes llegaba a la parte occidental del Archipiélago un cayuco de cerca de 30 metros de eslora. ¿Qué será lo siguiente, un trasatlántico, qué tiene que pasar para que se tomen medidas más contundentes?
Este martes supimos que un helicóptero del Grupo de Intervención en Emergencias del Gobierno canario (GIE) localizó a 9 millas de Fuerteventura a una patera que se buscaba después de que un ocupante alertara al 112 de que iba a la deriva con 40 ocupantes, entre ellos varios niños, de los que un bebé tuvo que ser evacuado hasta el hospital de la isla donde falleció tras sufrir una parada cardiorrespiratoria. ¿Triste? Por supuesto, pero real, tan real como la sufrida vida misma, esa tan irracional como para permitir que sucedan atrocidades como esta, como la que sufrió Mercedes Milá mientras rodaba uno de sus programas de impacto, cuando otro niño africano se murió cuando lo cogía en brazos.
¿Qué más tiene que pasar, insistimos, para que se tomen medidas adecuadas, cuánto vale la vida de estos seres humanos, cuánto preocupa la situación de los residentes en este pequeño y apartado conjunto de islas?
El presidente del Gobierno de Canarias, Adán Martín, afirmó también este martes que la Comunidad Autónoma es “un pequeño laboratorio donde se pueden sentir, ver y estudiar los fenómenos migratorios”, palabras que pronunció durante una conferencia en el Encuentro Iberoamericano sobre Migración y Desarrollo, que se celebra en Madrid. Además del presidente canario, único jefe de Gobierno autonómico invitado a participar, intervinieron la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, y el ministro de Interior de Argentina, Aníbal Fernández, entre otros. En este contexto, Adán Martín defendió la idea de que Canarias, que es “fruto del encuentro de Europa, América y Africa” pueda ser una plataforma “efectiva” para la cooperación y el desarrollo de los tres continentes.
¿Exagera Adán Martín cuando emplea el término “laboratorio” para definir lo que es Canarias en la actualidad? Más bien no, no exagera, se queda corto, independientemente de que también tenga razón en que el Archipiélago debería ser la plataforma que uniera los tres continentes aludidos. Pero ese es otro asunto objeto de otro tipo de análisis y debate.
Por otro lado, este martes también se informó a la población de las Islas de que el despliegue del dispositivo de control de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) no ofrecerá resultados inmediatos dada la dificultad que entraña la lucha contra la inmigración irregular. O sea, que ya se nos está advirtiendo antes de que empiece a operar el dispositivo, no sabemos si tan poco eficaz como el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), de que no va a funcionar.
Pero nos tenemos que creer que esto va a suceder, porque fue lo que anunció, también dentro de este martes dedicado casi de forma monográfica a la inmigración, el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, quien insistió en que, previsiblemente, será necesario esperar algún tiempo antes de obtener resultados concretos.
Hay que decir eso sí que el Archipiélago cuenta ya con esa misión de Frontex, encargada de coordinar la información policial y las labores de control de fronteras de patrullas en Mauritania y Senegal, y tendrá a su disposición medios aéreos y navales de diversos países para luchar contra la inmigración irregular. ¿Servirá para algo? La respuesta está clara: no. Lo que se necesita ya son otro tipo de medidas, sobre todo medidas disuasorias a las mafias que se han hecho de oro con este vil negocio.