Atinadas declaraciones del consejero del Patronato de Turismo

El consejero del Patronato de Turismo, Miguel Ángel Leal, hizo este miércoles unas atinadísimas declaraciones en el programa “El Despertador” de Lanzarote Radio, donde se refirió a un asunto que ya fue abordado en este mismo espacio en la edición del pasado sábado. El máximo responsable de la proyección internacional de la imagen de la Isla no entiende que la Asociación de Empresarios de Hoteles y Apartamentos de Lanzarote (ASOLAN) salga precisamente ahora a reconocer por primera vez que hay una crisis en el sector turístico, ahora que se está discutiendo sobre la oferta complementaria de ocio y su inclusión o no en el Plan Territorial.

Para Leal, las declaraciones de Francisco Armas, que vienen avaladas por la estrategia de toda la patronal, resultan “oportunistas”. Exactamente lo mismo que ya se adelantó aquí y lo mismo que se explicó en uno de los últimos “zurriagazos”, donde Crónicas aseguraba que lo curioso de esta historia es que Francisco Armas reconoce la regresión de la cuenta de resultados del casi único sector empresarial que nos queda en medio de la encarnizada discusión sobre la oferta complementaria de ocio y su inclusión o no en el Plan Territorial de Ordenación del Turismo, un asunto que este medio, junto a Lanzarote Radio, ha sido el primero en defender. Aquí se ha defendido siempre la búsqueda del consenso necesario en un tema que estimamos vital para la supervivencia de futuro, un consenso que permita no amparar inconfesables afanes especulativos y sí dar respuestas reales a una “real” oferta que satisfaga a todos y que ponga a salvo a Lanzarote de los depredadores, a los que sólo buscan especular con el suelo para enriquecer sus bolsillos sin pensar en las consecuencias de futuro.

Leal, que insistimos en que estuvo brillante, habló también del futuro, y de lo que no hacen precisamente los empresarios. El consejero del Patronato de Turismo reprochó también a los empresarios que pongan tanto empeño para hablar del ocio complementario y no digan nada sobre la posibilidad de eliminar las camas que todavía se tienen que construir en la Isla, unas 30.000 después de la desclasificación de las 25.000 que recoge el Plan Territorial. Es ahí donde radica la madre del cordero de la discusión actual. Porque no se trata sólo de que haya un campo de golf más o menos, ni un puerto deportivo más o menos...; se trata de evitar que se siga deteriorando el frágil territorio de todos los lanzaroteños, que no soporta por más tiempo el peso de tanto bloque ni de tanto cemento. “Lo que pregunto a los empresarios es si son capaces de renunciar a construir esas camas, porque es ahí donde todos tenemos que demostrar que queremos ir unidos”, una buena pregunta del consejero del Patronato de Turismo que hay que suscribir íntegramente.

Mientras, el Centro de Datos del Cabildo de Lanzarote dio a conocer también este miércoles la “Encuesta de Gasto Turístico 2005”, un documento basado en la encuesta realizada por el Instituto Canario de Estadística y que recoge las características del viaje a nuestra Isla de más de 4.500 turistas. En el documento, oportuno igualmente en el tiempo, se pone de relieve el estancamiento que se produce en el gasto en destino. Así, según el estudio, el gasto total en 2005 fue de 99,98 euros por persona, de los que 62,32 euros se desembolsaron en origen y 37,66 euros en Lanzarote. Es decir, no sólo tenemos menos turistas sino que los que vienen se gastan mucho menos dinero aquí. Esta circunstancia debería conducir a una rápida reflexión de todo el sector, que ya está tardando en analizar con detalle lo que está sucediendo.

Pero lo peor es que el informe destaca que un 16,87% de los turistas que visitan la Isla lo hacen utilizando paquetes “todo incluido”, una cifra superior a los datos registrados años anteriores, con lo que los hoteleros, que como recordó también brillantemente Carmelo García Déniz en la tertulia que dirige Arantza Borrego en Lanzarote Radio ganan mucho más dinero que los empresarios de destinos que viven sólo de temporadas, también están siendo culpables del descenso generalizado de la calidad del turismo que se debería tener en un lugar que siempre ha presumido de ser especial y casi único.