A recoger
Estrenamos mes de junio y terminamos semana desde el punto de vista laboral. Parece mentira, pero han pasado ya cinco días desde que se celebraron los comicios locales y autonómicos que han derivado en la todavía dudosa configuración de las instituciones de la isla de Lanzarote.
Es tiempo más que suficiente para que todo el mundo recoja, y no nos referimos a las velas, ni a los trastos de los que han fracasado en las votaciones. Nos referimos a la cartelería (se incluyen por supuesto las banderas y sus mástiles) que se desplegó a lo largo y ancho de nuestro pequeño y frágil territorio.
Como saben nuestros lectores, en Lanzarote está prohibido colocar carteles con publicidad. Es algo que llama poderosamente la atención a nuestros visitantes, y queremos que se siga conservando la tradición. La excepción se hace, y está bien hecha, con las elecciones. Es el único momento, habitualmente cada cuatro años, en el que se permite que nuestras fachadas, calles y carreteras estén invadidas por la publicidad, una publicidad que tiene como objetivo atraer el voto de los ciudadanos.
Pues bien, el caso es que el día de ayer jueves, como muestran las imágenes que ilustran este artículo editorial, todavía quedaban muchos carteles electorales por retirar. Imaginamos que los partidos políticos serán conscientes de lo importante que resulta ponerse a trabajar para que todo eso desaparezca de forma inmediata. Igual que se lanzaron todos como locos a colocarlo, deben hacer lo propio para retirarlo.
También hay que decir que no todos los partidos se han hecho los remolones. De hecho, hay más carteles ya quitados que puestos, pero todavía faltan muchos. Demasiados. Así que, ya lo saben, manos a la obra, a recoger.
Mientras se ponen a recoger, también tienen tiempo para intentar pactar. Y decimos intentar porque, a pesar de que el Partido Socialista Canario (PSC-PSOE) y el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) oficializaron este jueves a través de un comunicado de prensa su intención de entenderse, sigue habiendo muchas cosas que todavía no están claras, y se puede producir alguna que otra sorpresa de última hora.
Lo importante de esta historia es que los que se pongan de acuerdo lo hagan con el compromiso inamovible de darle estabilidad a las instituciones de Lanzarote, que falta les hace. Necesitamos cuatro años tranquilos, en los que se pueda trabajar y en los que se trabaje para buscar las soluciones a los muchos problemas que por desgracia padecemos, algunos arrastrados de varias décadas atrás.
Por eso es importante que aquellos partidos que decidan formar gobierno lo hagan conscientes de que la elección que han hecho es la correcta. Es decir, que sepan que no van a quebrar la confianza mutua a las primeras de cambio. Es cierto, como ya dijo gente como Enrique Pérez Parrilla en plena campaña, que los acuerdos PIL-PSOE o PSOE-PIL han funcionado bien. También es cierto, y eso hay que reseñarlo, que ni el PIL de ahora es el de antes ni el PSOE de ahora tampoco.