Estevan sugiere a Inalsa priorizar en la reestructuración de sus recursos productivos
El ingeniero Antonio Estevan hizo varias precisiones interesantes sobre el estudio de costes de la estructura de Insular de Aguas de Lanzarote (Insular) elaborado por él. La empresa pública que produce y distribuye el agua, según dijo este martes en la Isla el experto en gestión de recursos hídricos, debe ante todo reestructurar y optimizar sus activos productivos a fin de mejorar su rendimiento técnico y económico. Estevan calculó en 700.000 euros la inversión inicial para cumplir este objetivo, pero Mario Pérez, consejero delegado de Inalsa, dijo con rotundidad que la empresa no tiene la capacidad inversora para asumir semejante cantidad en este momento.
Un claro ejemplo de los costes de explotación de Inalsa lo constituye la estación desaladora de Janubio (Inalsa Sur), en la que actualmente, además de una planta desaladora de ósmosis inversa, funcionan dos plantas “arcaicas” de comprensión de vapor que suponen un coste excesivo de 1.300 euros diarios por consumo energético. El ingeniero aprovechó esta coyuntura para subrayar que en ningún momento ha dicho que Inalsa Sur deba cerrarse, sino que es imprescindible eliminar las plantas de comprensión de vapor y reemplazarlas por tecnología punta. Inalsa Sur abastece a la localidad de Playa Blanca y en verano también refuerza el suministro en el núcleo turístico de Puerto del Carmen, así que cerrarla significaría dejar a más de 25.000 personas sin agua. Estevan también propone la unificación de las salas de control de las desaladoras Lanzarote III y Lanzarote IV, localizadas en Punta de Los Vientos, recuperar la planta Lanzarote II e implantar mejor tecnología en todo el sistema.
Aclara los costes de personal
El polémico diagnóstico de los costes de personal, como principal diferencia en la comparativa que hace Estevan con otros sistemas de desalación, fue aludido espontáneamente por el autor del informe. Aclaró que los responsables de plantas como Ibiza, Almería o Carboneras le transmitieron que los bajos costes de personal en el proceso de desalación obedecían a la alta movilidad laboral y a la operación de subcontratas, caso ajeno a Inalsa, al menos en el primer ciclo del agua. Estevan destacó al personal de la empresa como un “activo muy importante” al tiempo que enalteció su especialización en el proceso de desalación. “No son tantos los puestos de trabajo que deben ajustarse”, sostuvo el ingeniero, que sí tildó de “muy grave” el problema de almacenamiento de agua. Inalsa sólo tiene reservas para día y medio y la capacidad ideal de almacenamiento es de cuatro días.
Declive de los rendimientos
El 30 por ciento del agua que desala Inalsa no se factura. De los metros cúbicos no facturados, el 80 por ciento se pierde por el deterioro de los 420 kilómetros de la red de distribución y el 20 por ciento restante como consecuencia de los fraudes. Sin duda este desangre es preocupante, pero es mucho más grave que el consumo no facturado en el año 94 sea prácticamente el mismo diez años después. Es decir, la gestión para contrarrestar esta debilidad ha sido nula.
Lanzarote sale mal parada en el análisis conjunto de las etapas del ciclo del agua. Según el informe Estevan, de los casi 20 millones de metros cúbicos que se desalaron en 2004 menos de 15 millones fueron facturados, menos de 10 millones de metros cúbicos fueron a la red de saneamiento, escasamente 5 millones se depuraron y una ínfima cantidad se reutilizó.
Por otra parte, el experto ratificó que es insostenible el cuadro de tarifas de Inalsa. “Las tarifas permiten pagar la explotación, pero no permiten renovar activos”, indicó Estevan, quien sugiere actualizarlas según el Índice de Precios al Consumo (IPC), entre otras medidas urgentes.
Mayor producción
Inalsa posee una capacidad productiva cercana a los 60.000 metros cúbicos de agua al día. La empresa necesita aumentar su potencial desalador no tanto por el dinero que pueda ahorrase en una economía de escala (a mayor producción menor será el coste de cada metro cúbico), sino porque necesita satisfacer las necesidades de la población residente y de la industria turística en pleno crecimiento. Según Estevan, a partir de 60.000 metros cúbicos es poca la disminución de costes por cada metro cúbico producido que puede ganarse Inalsa. Por último, Estevan confirmó los excesivos costes que le supone a Inalsa tener subcontratado el servicio de depuración, tal y como lo adelantó Crónicas el sábado pasado.