‘Sangineles'

Dicen los socialistas que los cambios propuestos por el actual grupo de gobierno del Ayuntamiento de Arrecife en las tradicionales fiestas de San Ginés contribuirán a desterrar de la memoria colectiva de los ciudadanos unos festejos escasamente imaginativos y muy costosos, y podrán servir para eliminar definitivamente del ámbito municipal a una “panda grotesca de personajes especializados en callejear por los pasillos del Ayuntamiento en busca de fondos públicos para organizar certámenes tipo miss camiseta mojada"”. “Las fiestas patronales de una ciudad como Arrecife” -añaden- “deben basarse en la imaginación, la participación ciudadana, la mezcla entre la modernidad y lo tradicional y la eficaz gestión de los recursos económicos, humanos y materiales, y en ningún caso deben convertirse en las fiestas de los últimos años: cutres, groseras, ordinarias y garrulas”.

Es decir, los socialistas, en ese halo de altanería y prepotencia que los caracteriza, sobre todo a través de sus comunicados, afirman sin sonrojarse que las fiestas de los últimos años, hechas probablemente con gran esfuerzo por parte de todos, no sólo de los políticos de turno, a quienes insultan directamente, sino de muchos vecinos de la capital que dedican horas y horas de su tiempo en que estas fiestas patronales se celebren año tras año a gusto de la mayoría, han sido “cutres”, “groseras”, “ordinarias” y “garrulas”.

Con estos calificativos, por cierto de muy mal gusto y que recuerdan mucho a los usados en algún que otro comunicado hecho público por los socialistas a lo largo de este último año, los socialistas menosprecian directamente a todas aquellas personas que colaboraron durante años en esos festejos. Sin tapujos y de forma directa llaman “garrulos”, ¡qué palabra más fea!, y “ordinarios” a todos aquellos arrecifeños que han colaborado tanto activa como pasivamente en esas fiestas, demostrando, eso sí, su falta de tacto y educación, por lo menos en el caso del autor del comunicado.

En ese sentido, cabe destacar la elegancia del alcalde de Arrecife, Enrique Pérez Parrilla, quien refiriéndose a la polémica que ha surgido en torno a la celebración de estos ‘sangineles' y generada sólo y exclusivamente por los socialistas, fue muchísimo más político al admitir que aunque el dinero para las fiestas de San Ginés ha sido escaso este año, “yo creo que con buena voluntad y dedicación han salido unas fiestas bastantes dignas, en la línea que se pensaba”. Según el primer edil capitalino, “pretendíamos modernizar un poco las fiestas y recuperar algunas cosas y eso es lo que se está haciendo”. Para Parrilla, que ha asistido a algún que otro acto festivo, la Gala de la Reina de las Fiestas de San Ginés “salió bien, al igual que el resto de los actos, lo que pasa es que alrededor de este mundo de las fiestas se mueven muchos intereses y a unos les gusta una cosa y a otros, otra”. “En el fondo” -insiste- “es una cosa siempre opinable”.

Y eso es así, no tiene más ciencia, a unos les gusta una cosa y a otros, otra bien distinta. Personalmente me agradó mucho el hecho de que los diferentes actos festivos, llámese Gala de la Reina de las Fiestas, Festival Folclórico, etc., se hayan acortado en el tiempo, porque llegaban a ser muy pesados para el espectador. Me ha satisfecho también el cambio de presentadores en la Gala porque creo que todo el mundo merece una oportunidad y, cómo no, que este año la organización haya pasado a manos distintas porque, como digo, los cambios siempre son positivos. Pero esa es mi opinión que no representa ni mucho menos a la del resto de los vecinos de Arrecife.

Un compañero de un Gabinete de Prensa que repite en esta Legislatura me decía recientemente que prefería trabajar con políticos nuevos porque tienen menos ‘vicios adquiridos', entiéndase miedos y prejuicios, además de que llegaban con más ganas e ilusión. Y es así, los políticos elegidos el pasado 27 de mayo quieren poner en marcha cosas nuevas, diferentes, de ahí estos cambios. Pero, insisto, es cuestión de gustos, pues a unos les gustará más las fiestas organizadas por los socialistas y a otros las que celebraban los nacionalistas, aunque eso no debe ser en ningún caso motivo de insultos soeces entre unos y otros.

Como era de esperar los nacionalistas indignados acusaron nuevamente al PSC de soberbia y de utilizar el insulto como arma arrojadiza, recordándoles, eso sí, que la Concejalía de Fiestas “en las últimas décadas prácticamente siempre ha sido responsabilidad socialista”. CC pone como ejemplo que precisamente fue un socialista el que “impuso que Miss Lanzarote fuera elegida por un certamen al margen de Miss España, y, por lo tanto, son responsables del anterior sistema de fiestas”.

Es bueno que los ciudadanos sean los que decidan qué ‘sangineles' les gusta más, si éstos o aquellos, pero no desprestigiando los anteriores. Los socialistas de Lanzarote han animado al grupo de gobierno del Ayuntamiento de Arrecife a perseverar en estos cambios, ampliamente apoyados por la ciudadanía, dicen, y a convertir los ‘sangineles' en las fiestas de todos y para todos, y nosotros también, pero desde la modestia y la educación, sin insultar y denostar el trabajo de otros.