Sólo se puede calificar de brillante y exitoso el papel que ha jugado este fin de semana en Praia de Mira, Portugal, el joven piloto lanzaroteño Daniel Hernández durante su participación en el competido Campeonato de Europa de Motonáutica. Siendo su primera prueba de este nivel internacional y cuando va primero en la clasificación de su categoría del Campeonato de España, teniendo en cuenta como siempre se tiene que remarcar en cualquier crónica del motor que compite en inferioridad de condiciones técnicas y logísticas por ser precisamente de una isla de un territorio tan alejado del continente, el objetivo era simplemente coger experiencia y hacer kilómetros con los mejores. Sin embargo, para Daniel Hernández nada es un entrenamiento.
Desde el principio se lo tomó muy en serio, como si realmente tuviera opciones de triunfo, y lo dio todo. Parecía que había estado toda la vida compitiendo en Portugal, donde llevaba una semana de preparación con su padre y entrenador, José Luis Hernández, que recibieron enorme cariño y la atención de gente como los integrantes del equipo de Nauti Sousa Racing, que les ayudaron tanto en el alojamiento como en la mecánica, tratándoles como si fueran de su propia familia. "Son mecánicos preparadores y nos trataron como si fuéramos parte de su familia, nos dejaron sobrecogidos. No sé cómo pagarles todo lo que nos han ayudado", dijo emocionado Hernández.
El viernes tuvo que competir en una tanda de clasificación de GP2 en un lugar espectacular y con unas condiciones únicas, con un ambiente que no se ve en otros lugares del mundo. La afición apretó de lo lindo desde el principio, en la segunda edición que se celebraba en la localidad costera, que se volcó en todos los detalles de la organización. En esa prueba quedó el quinto, lo que le permitió poder elegir puesto de salida.
Ya el sábado se disputaron dos tandas de carrera. En las dos tuvo problemas con la salida porque se le metieron palos en el motor, lo que le hizo perder muchísimo tiempo. Sin embargo, fue remontando hasta que logró quedar en un meritorio cuarto lugar, sólo por detrás de otro piloto español al que ya le ha ganado en otras ocasiones.
Lo importante, al menos en esta ocasión, no era por tanto el lugar en el que quedara, sino las sensaciones que podía coger Daniel, que con algo más de empuje, también en patrocinadores y apuesta por uno de los deportistas de élite de Canarias, podría llegar mucho más lejos.
