Un ERTE a la clase política

El gobierno, en el uso legítimo de sus facultades, ha decidido paralizar el país con el fin de que la Pandemia no se extienda más de lo que ya lo ha hecho, o en su caso, frenar su capacidad de contagio si la población se queda en casa.

En el uso de sus legítimas competencias, mediante un decreto ley ha decidido que actividades económicas son esenciales y cuales son prescindibles.

La forma de llevar a cabo este segundo cierre empresarial, recordemos que le primero fue cuando ordenó el cierre de casi todas las actividades sin calificar de esencial ninguna, es mediante un permiso remunerado y recuperable, es decir, todo el mundo a casa hasta el 9 de Abril pero cobrando, si bien, a diferencia de las vacaciones, estos días y sus horas laborales hay que recuperarlas cuando la empresa vuelva a abrir las puertas.

Cuando el día 14, PS decretó el estado de alarma y ordenó el cese completo de las actividades economicas de la mayoría de las empresas y autónomos españoles, no hizo la menor referencia a su carácter esencial ni a la relevancia que estas actividades prohibidas tenían para la sociedad española. Simplemente se limitó a decir que todo el mundo se quedaba en su casa y que las empresas podrían tramitar el ERTE correspondiente como solución a su, más que previsible, ruina económica.

Eso por lo que respecta a las empresas, pero ¿y los autónomos qué?

Que a los Picapiedra los autónomos les importamos un carajo eso lo tenemos claro casi todos. Han tomado medidas económicas que en absoluto van a paliar la crisis que se nos avecina. Esta crisis les ha pillado con una mezcla de improvisación y de inutilidad que va a agravar mucho la situación económica de millones de españoles que dependen de los autónomos.

No son el PSOE, ni mucho menos PODEMOS, partidos para los que la economía sea una asignatura que les guste, les agrade o simplemente, la consideren importante.

Cuando al primero de los dos se le ha planteado un problema de cierta enjundia, la solución ha sido aumentar el problema. No hace falta que les recuerde las funestas consecuencias que la NO visión de la crisis que se nos avecinaba, tuvo para el país. En aquella ocasión, el ilustre economista de apellido paterno Rodríguez, a la sazón Presidente del Gobierno, cuando todos los indicadores mundiales apuntaban al nacimiento de una crisis económica mundial, la interpretación que el Sr. Rodríguez hizo fue la de considerar como una simple recesión lo que los mayores expertos económicos del mundo ya decían que era una ruina en ciernes con todas las de la ley.

Pero claro, detrás de la interpretación light de la realidad, subyacía la celebración en la lontananza de unas elecciones generales y claro, no se podía ir a tal evento reconociendo una situación como esa y teniendo que tomar medidas de mucho calado que les podía hacer perder votos y todos sabemos que los políticos, POR UN VOTO MATAN (figuradamente por supuesto, que todo hay que decirlo).

En la crisis del Coronavirus, la realidad económica que se nos plantea supera con mucho la capacidad de este gobierno para solucionarla.

No voy a decir que, en el tema puramente sanitario, las cosas no se estén haciendo bien. Llegan tarde eso sí, les engañan como a chinos cuando compran material imprescindible para los servicios sanitarios, desde que la OMS avisa de la posibilidad de la Pandemia hasta que el gobierno toma medidas pasa un mundo, permiten, a sabiendas de lo que se avecinaba, que multitudes de personas, humanas como decía más de un político, se concentraran detrás de una pancarta reclamando mas igualdad y derechos para las mujeres, no impiden que, el principal partido opositor a sus medidas de igualdad, celebre un congreso multitudinario el mismo día.

En definitiva, que su única solución es la de cerrar el país después de haber permitido que el bicho se instale a sus anchas por su inutilidad a la hora de verlo venir. Claro que impedir los actos del 8M le habría supuesto a la mitad Picapiedra un enfrentamiento muy serio con su otra mitad y, PS tenía muy claro que para esas cosas no estaba, ni esta ni estará.

Que cerrar el país, sanitariamente les va a salir bien, es algo que hasta mi Golden sabe. Si no hay nadie en la calle, ni en las empresas, ni en los bares y a los que les permiten salir están más controlados que un opositor al régimen del jefe caribeño de los de Podemos, es muy posible que el virus se aburra y termine por no picar a nadie, todo eso hasta que los grandes poderes económicos mundiales les dé por sacar la consiguiente vacuna, una vez que hayan considerado que la sociedad se ha debilitado lo suficiente como para hacerlos a ellos más ricos todavía.

Mientras esto pasa, miles de trabajadores al paro directamente, otros al limbo del paro (ERTE), muchos más a ninguno de estos dos estadios, pero eso sí, los que ordenan este caos al llegar a final de mes tracatra, al banco a cobrar.

Si un empleado, trabajador por cuenta ajena, no trabaja porque el gobierno le obliga a su empresa a cerrar, cobra el 70% de su sueldo en el mejor de los casos si la empresa lo manda al ERTE.

Si un autónomo, trabajador por cuenta propia para los políticos que todavía no lo saben, no trabaja porque el gobierno considera que su trabajo no es esencial, se va al paro y podría cobrar, eso si después de demostrar que ha perdido el 70% de su facturación comparada con la de los últimos seis meses, una cantidad del 70% de la base de cotización que tenga en el Régimen de Autónomos. Lo cobrara a mes vencido y después de que la administración haya verificado que sus datos son ciertos, comprobando sus últimas liquidaciones de IGIC o IVA según le afecte y sus liquidaciones de 130 o 131 del IRPF. Teniendo en cuenta los millones de autónomos que se pueden acoger a esta ayuda, las verificaciones documentales de la administración podrían llevar a cobrar la misma cuando ya no lleve remedio, es decir, como siempre, tarde y mal.

Hasta donde yo sé y que alguien me corrija si me equivoco, los políticos, sean de la administración que sean, son trabajadores públicos. Cobran de una empresa pública que se llama ESPAÑA SA, por lo que son empleados sujetos a los mismos regímenes que los demás, cotizan a la Seguridad Social, se les retiene IRPF de sus nominas, tienen pagas extras, vacaciones pagadas, etc. Técnicamente y a efectos laborales son iguales que cualquier trabajador de una empresa privada.

Pues va a ser que no.

El gobierno cierra las empresas y los trabajadores los manda a un ERTE, si la empresa no quiere cerrar directamente claro. Pero el gobierno cierra parlamentos, congresos, ayuntamientos, cabildos, y todas las instituciones públicas, manda a los políticos a sus casas hasta que pase esto, pero les sigue pagando lo mismo que si fueran a su puesto de trabajo. Ojo que he dicho a sus puestos de trabajo y no a su trabajo, que la diferencia está clara.

Los políticos que no están directamente trabajando en este periodo deberían tener el mismo tratamiento que los demás currantes patrios. Hasta que la situación no se normalice, si un trabajador, por orden del gobierno, no puede trabajar y consecuentemente cobrar lo que le corresponde, el político debe hacer lo mismo. Mi puesto de trabajo esta precintado, el del político también. No puedo salir de casa más que a cosas muy, pero que muy esenciales, el político tampoco.

Se ha demostrado que la política, salvo los que ejercen los servicios mínimos, no es una actividad esencial. Que estos no vayan a trabajar no es un lastre para la economía nacional, quizás todo lo contrario.

En esta tesitura, al final de mes yo las paso canutas, el político tampoco.