DESDE EL OTRO LADO DEL JABLE

¡Pues vaya, anda que no tenías trapos que venden los chinos donde sonarte los mocos!

Las banderas que representan ideologías son consideradas trapos por una inmensa mayoría, como menosprecio a la propaganda ideológica que propugnan. Sin embargo, esa misma inmensa mayoría, sí que respeta los símbolos y banderas que representan a la ciudadanía en general y al territorio donde viven en particular. La diferencia es muy sustancial.

A mí individualmente no me gusta menospreciar nada, ni a nadie, pero es mi manera de ser, pues incluso las empresas tienen sus logotipos que pueden ser pegatinas, estampitas, escudos o banderas, delante de sus sedes empresariales.

Una persona que se cree graciosa, y se llama así misma humorista, no interpretó la parodia de sonarse la nariz y relingar su mucosidad en la bandera del Partido Comunista de España (PCE), ni en la bandera de Izquierda Unida (IU), ni en la bandera de Equo, ni en la bandera de Podemos, ni en la Bandera del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ni en la bandera de Nueva Canarias (NC), ni en la bandera del Partido de la Ciudadanía, (Ciudadanos) , ni en la bandera del Partido Popular (PP), ni en la bandera de Coalición Canaria (COCA), ni en la bandera del Partido Nacionalista Canario (PNC) , ni en la bandera de Ezquerra Republicana de Cataluña (ERC), ni en la bandera del Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), ni en la bandera de En Comú, ni en la bandera de Euskal Herría Bildu (EH Bildu), ni en la bandera de Foro Asturias, ni en la bandera de Unión del Pueblo Navarro (UPN), ni en la bandera del Partido Nacionalista Vasco (PNV), ni en la bandera de Vox, ni en la bandera de Euzko Alderdi Jeltzalea (EAJ), ni en la bandera de Comprimís, ni en la bandera de Unidad Popular, ni en la bandera de Ganemos el Cambio, ni en la bandera de En Marea, ni en la bandera de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), ni en la bandera de Falange Española de las JONS (FE de las JONS), ni en la bandera de Geroa Bai (GBAI), ni en la bandera de Unión Progreso y Democracia (UPyD), ni en la bandera de…

¡Pues vaya, anda qué no tenías trapos que venden los chinos donde sonarte los mocos!

En todos los trapos esos relatados anteriormente y que representan a los particulares de cada ideología concreta, de los cuales casi todos están a día de hoy representados en el Congreso de los Diputados, con alguna excepción, pero que se presentaron en las últimas Elecciones Generales, estimados humoristas, caguen, quemen, meen, escupan , pisoteen, y hagan los que les apetezca o les salga del mismísimo … eso.

Yo no propongo que deba hacerse nada de lo anterior. No. En ningún caso. Lo creo convencido porque es faltarle el respeto a quienes militen, participen o simpaticen con cualquiera de esas organizaciones políticas con sus respectivos símbolos y banderas.

Si quieres respeto, respeta.

¿Se imaginan a los aficionados de cualquier deporte quemando, escupiendo y sonándose mocos en las banderas, bufandas y escudos de los equipos contrarios? Se dan leña a rabiar, pero jamás los veremos ultrajando símbolos del equipo rival. A algunas personas les molesta sobremanera que alguien orine o queme la camiseta que representa a su club de fútbol favorito. Por eso no lo hace con sus competidores. (Alguna excepción siempre hay)

No se comprende, en cambio, que personas diversas realicen vejaciones a lo que representa la Selección de España en cualquiera de las modalidades deportivas. Ese escudo, bandera o himno, está por encima de todos los escudos, banderas e himnos de las particularidades de cada club deportivo en cualquiera de sus peculiaridades competitivas.

El respeto debiera ser mucho mayor, pues representa la Selección al conjunto de un país que puede presumir de contar con los distintos equipos que compiten en las ligas municipales, insulares, provinciales, regionales, autonómicas, nacionales e internacionales. La Selección Nacional es la representación de todo eso.

No me imagino a un aficionado al deporte, o no aficionado a ningún deporte, sonándose los mocos para ofender la bandera de los Juegos Olímpicos.

Jamás hemos visto a trabajadores del sector del automóvil, al menos públicamente, quemando banderas de las empresas automovilísticas de la competencia. ¿Se imaginan a los de la Seat humillando logotipos de la Ford? ¿A los de la Opel contra los de Iveco? ¿A los de Citroën despreciando símbolos de la BMW? ¿De verdad se lo imaginan, lo han visto?

¿Acaso hemos asistido a que en las grandes alimenticias, farmacéuticas, textiles, informáticas, o de cualquier sector comercial que se precie, de repente particulares o medios de comunicación, menosprecien, humillen y avasallen a sus representaciones y símbolos comerciales?

Tienen banderas las Comunidades Autónomas y cada uno de los Municipios de España. Si a los municipales y autonómicos habitantes les molesta o les crea indignación que alguien les insulte ese símbolo, que representa a la ciudadanía y al territorio al que se pertenece, ¿cómo al que sintiéndose parte de un todo que es España, país que permite y acoge a todas esas características y banderas, no se le permite sentirse ofendido e indignado cuando un propagandista de su particular ideología metido a falso humorista, tira al suelo, pisotea, escupe o se suena los mocos en un claro gesto de repugnancia contra ese otro símbolo, o bandera, que representa a la Nación, igual que el de su Autonomía, su Municipio, o club deportivo favorito?

¿Por qué, encima, se humilla y se burlan de todas esas personas que se sienten víctimas de un insulto a lo que consideran su patria, cuando critican o dan su versión de una parodia que no les ha gustado?

El aprendiz de payaso no agravió al trapo particularmente de una ideología concreta. Desgraciadamente ofendió a todos a los que ese símbolo, por muchos mocos ficticios que le dejara, representa. Y es, ni más ni menos, que a un País Constitucional, con virtudes y defectos, pero al que se le debe el máximo de los respetos, y si se quiere, hasta admiración:

1. España se constituye en un Estado Social y Democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

2. La Soberanía Nacional reside en el Pueblo Español, del que emanan los Poderes del Estado.

3. La forma política del Estado español es la Monarquía Parlamentaria.

El chistoso se mofó de esos tres preceptos del Artículo 1 de la Constitución Española. No es perdonable, y no se le puede justificar el insulto. Al maleducado se le educa con un “estampío” en el tronco la oreja. Si no escarmienta, quedará sordo.

No sé quién dijo que “un genio a veces puede quedar como un imbécil, pero el que es imbécil, lo será siempre”.

1. La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas.

2. Los Estatutos podrán reconocer banderas y enseñas propias de las Comunidades Autónomas. Estas se utilizarán junto a la bandera de España en sus edificios públicos y en sus actos oficiales.

(Artículo 4 de la Constitución Española de 1978)

Cuando todo lo anterior desaparezca porque se constituye otra bandera, otro himno u otros símbolos patrios, así como también otra forma política del Estado, pues a otra cosa mariposa. De momento esta es la vigente y es la que rige los destinos de todos con más o menos aciertos. Pero de todos. Ateos, religiosos, conservadores, progresistas, independentistas, republicanos, españoles, antiespañoles, capitalistas, anticapitalistas, comunistas, fascistas,… y mucho más que se quiera profesar. Se recalca: esta España es la de todos, y la de ninguno particularmente.

El descontento que propugne el cambio, pero sin imposiciones, con consensos. Si no los consigue y sigue sin gustarle España, ancha es la salida para irse al lugar idílico.