Nacimiento de las galaxias
Por Bruno Perera
Cavilan algunos científicos, (y yo por lo que he aprendido de ellos y de ellas), que nuestras galaxias se crearon en un lugar cuyo paradero en el UNIVERSO-TODO no se puede definir ni situar entre reglas de latitud y longitud, terrestres o celestiales, ni tiempos cuatridimensionales, etc.
El suceso más antiguo con relación a nosotros, que puede datarse a partir de lo que conocemos del universo, se remonta a unos 12.000.000.000 de años.
Fue el comienzo del TODO conocido y desconocido creado desde la “Pura Materia”o de la “Nada”, cual se acumuló en un óvulo de sustancias que dio lugar a la gran explosión llamada Big Bang. En el momento que el Óvulo-Universal estaba cargado de energía y dispuesto a explotar, en los primeros segundos su temperatura era de más de un billón de grados, y toda la energía se hallaba en forma de radiación. Durante los diez primeros segundos se formaron las partículas elementales, y al cabo de 15 minutos se crearon núcleos de hidrógeno y helio, en proporción de cuatro a uno. Unos 10.000 años después, la temperatura había descendido a 100.000 grados, y se formaron los primeros átomos de hidrógeno; 400.000 años más adelante, el hidrógeno empezó a condensarse en nubes que derivaron a estrellas, las cuales, a su vez, se agrupaban en cúmulos mayores, dando con esto paso a la creación de las primitivas galaxias. Hace unos 11.000 millones de años, la temperatura del universo era de unos 3.000 grados, y fue cuando se formaron las primeras estrellas: la gravedad hizo que los núcleos de muchas nubes de hidrógeno alcanzasen temperaturas elevadas, del orden de 15 millones de grados, lo que permitió la fusión del hidrógeno en helio, proceso que origina la emisión luminosa de las estrellas.
Cuando las estrellas agotan el hidrógeno del núcleo, son capaces de seguir generando energía, fundiendo a su vez el helio en materiales más pesados. De este modo, en los núcleos de las estrellas se formaron todos los elementos químicos que actualmente hay en la Tierra. En las estrellas más grandes, este proceso genera cada vez más energía, hasta que llega el momento en que la gravedad no es capaz de contenerla, y la estrella explota lanzando al espacio gran parte de su masa. Partiendo de esta materia desprendida de las estrellas, a continuación, en miles de millones de años, se creó todo cuanto conocemos y sabemos de nuestro entorno universal. Según dice el científico y escritor “Isaac Asimov” en su Nueva Guía de la Ciencias: existen en nuestro universo próximo y conocido varias galaxias: la nuestra y otras 26, llamadas universos islas, que -según se cree- son producto del único óvulo central, y en cuyo espacio hay una enorme cantidad de materia desperdigada y en movimiento, que se transporta y se transforma a gran velocidad, y un conjunto de diversas formas de materia en orden parecidas a nuestro sistema solar. Pero según lo que cita el Morning Post, el 9 de enero de 1999, el telescopio “Hubble Space” detectó unos 125.000.000.000 de galaxias.
Nosotros estamos a veintisiete mil años luz, contando desde el centro donde se produjo el Big Bang hacia afuera de nuestra galaxia. Nuestra galaxia, según afirman algunos científicos, se expande y se contrae, y presenta forma de platillo volador. El diámetro total de la misma es de cien mil años luz; el espesor del disco en su centro es de veinte mil años luz; y el espesor del disco alrededor de su plato es de tres mil años luz. En lo que se conoce como área de nuestra galaxia, encontramos soles, planetas, estrellas supernovas, novas, otras casi como soles, agujeros negros, gases diversos, cometas, meteoritos en gran cantidad, asteroides, y un sinfín de otras sustancias sólidas y no. A simple vista, se pueden distinguir unas ocho mil estrellas. Con instrumentos de gran potencia que escrutan el universo, se ha comprobado que hay miles de millones de ellas; razón por la que, si comparamos el tamaño del mundo con el universo, como resultado obtenemos que el mundo y todo su contenido, en comparación, es más pequeño que un grano de arroz.
Por otra parte, especula Assimov que, en tiempos remotos, cuando la Tierra viajaba hacia fuera del centro donde se produjo el Big Bang en compañía del Sol y sus astros vecinos, ésta se encontraba -en comparación con su actual situación en el cielo- a más distancia del astro rey. Por ello, se cree que la Tierra, antes de ser lo que es ahora, hace miles de millones de años, fue una acumulación con forma de un ojo de huracán, y quizá compuesta de gases primerizos, que pasó de un estado a otro, adquiriendo con su enfriamiento la forma de balón de rugby o melón; y, a medida que se comprimía y se enfriaba, se cubría del hielo existente en la biodiversidad. Luego, con la fuerza constante de la expansión producida por el Big Bang, viajó miles de años luz hasta que se acercó al Sol lo suficiente como para que el hielo de su superficie se fuera derritiendo gradualmente y surgieran los océanos, que en un principio fueron posiblemente de agua dulce, y más tarde se salaron por medio de la química existente en el interior del geoide y exhalada a través de las grietas de volcanes submarinos. Esto también dio lugar a que el Sol, con su poder de atracción, hiciera que, mientras la Tierra giraba alrededor de la elíptica solar, ésta, en su rotación y en concordancia con el Sol, expulsara parte de su masa interior -“magma”- y posibilitara la reformación de la Tierra a esfera, dando inclusive lugar a la creación de islas, que luego en diferentes períodos de tiempo se reconstituyeron y se transformaron en un gran continente alrededor del Ecuador, línea divisoria imaginaria de nuestro geoide, y zona por donde el Sol atrae más la masa terrestre.
Las épocas hasta la actualidad, y de acuerdo con lo que los científicos han establecido como teoría a aceptar, han sido las siguientes:
El PRECÁMBRICO. Período de tiempo cuyo comienzo no está definido, porque dependió de épocas primeras; cuando la Tierra, con la ayuda climática y otros fenómenos naturales del Sol y la de sus compañeros de elíptica, abrió gradualmente la gran cápsula que contenía la semilla a germinar. Tiempo en el que se desarrollaron en el mar las bases bioquímicas existentes, que fomentaron los principios premonocelulares y monocelulares de la vida, y la creación de tierra-islas procedentes del magma volcánico.
EL PÉRMICO. 225 millones de años a.C. Tiempo del comienzo de las agrupaciones del Pangea-islas, el inicio de las lluvias por medio de la evaporación de los océanos y la creación del fungus (primer vestigio de las plantas y árboles primitivos y de los animales unicelulares).
EL TRIÁSICO. 200-300 millones de años a.C. Tiempo llamado Pangea, cuando la gran losa continental comienza a separarse, dividiéndose en varios continentes. Formación de los animales invertebrados y vertebrados.
EL JURÁSICO. 135 millones de años a.C. Tiempo en el que se separan aún más los continentes; tiempo de los primeros animales volátiles, terrestres y marinos.
EL CRETÁCEO. 65 millones de años a.C. Tiempo en el que los continentes se encuentran casi totalmente separados. Período de los animales marinos y terrestres, y biodiversos inteligentes. Época en la que la semilla del hombre empieza a germinar, vía de antecedentes relacionados con alguna especie animal, hoy en día existente, pero separada de la raza humana.
Nota. Desde el Pérmico hasta el Cretáceo, los animales, así como el hombre, debieron haberse desarrollado en el mar, lagos, pantanos y en tierra húmeda. Algunos, desde el mar, se introdujeron en la tierra; y otros, desde la tierra, en el mar, adaptándose cada especie a su nuevo medio ambiente -fijo o temporal-. Este fenómeno de la evolución y adaptación de las especies se viene dando lentamente hasta el presente.
EL CENOZOICO. Es el período en el que vivimos actualmente, en el que los continentes están separados, como sabemos, y la vida existe como creemos que la palpamos.
Nota. En el presente geofísico, se ha determinado por estudios realizados en geología que todas las islas creadas en tiempos remotos -y las nuevas islas, más los continentes que hoy conocemos- son en conjunto de procedencia volcánica. Ojo. Se da el caso que algunas islas no llegaron a salir hasta la superficie, pero con el correr de los años el coral que creció sobre las mismas, o los sedimentos procedentes del lecho marino, arrastrados y depositados en sus cimas por vientos y mareas (como pudieron haber sido, rocas, arena, y etc, marinos), dio lugar a que algunas islas que estaban a pocos metros bajo agua surgieran sobre pasando el nivel de mar.
Igualmente se afirma en ciencia geológica que casi todas las montañas son cráteres o semi-cráteres, o burbujas de la misma elevación del magma; con excepción de aquéllas que fueron creadas en su base por lo mismo, pero no su elevación, que fue producto de choques entre continentes.
Apostilla especial: Dentro del periodo de los 200-300 millones de años desde que surgió el Pangea y comenzaron a separarse los continentes, se dio lugar en ese tiempo la creación de la falla geológica que casi circula desde el Polo Norte al Polo Sur alrededor de todo el globo cual formó a varios grupos de islas. Desde esa grieta submarina hace unos 11 millones de años nació el conjunto de las Islas Canarias, que no procede de las mismas placas tectónicas que crearon a América, a África y a Europa. El origen geológico canario es de magma volcánica global, su gente de raza africana y europea, y por política pertenece a Europa. P.D. Los navegantes fenicios, griegos y árabes del pasado de hace unos mil años, ( cuando empezó la cartografía), seguro que al comentar con sus colegas marinos acerca de sus viajes a Canarias, no decían: Voy África a las Islas Canarias, ni tampoco: He venido de las Islas Canarias África. Contrario dirían: Voy a las Islas Canarias que están cerca de África, o he venido de las Islas Canarias que están cerca de África; o bien usaban otro nombre para el archipiélago.