Mucho más que un político

A veces, que no siempre, los dichos populares se cumplen.

“Siempre se van antes las buenas personas” es uno de ellos, aunque en este caso

es de los que siempre aciertan.

Cuando una persona nos deja, es raro que no haya voces discordantes entre una

nube de halagos, muchos de ellos realizados con el único fin de quedar bien o

simplemente de no quedar mal.

El jueves pasado nos dejo una de esas personas sobre las que es practicamente

imposible hablar mal.

El jueves pasado nos dejo un político del que solamente podemos decir una cosa

que engloba absolutamente todo lo demás, nos dejo un buen hombre.

Mas allá de consideraciones políticas, que las hay y todas buenas, Iñaki Azcuna,

DON IÑAKI para los Bilbainos, era una de esas personas a las que habría merecido

la pena conocer. Era de esos seres humanos de los que uno presume que conoce

mas alla de su cualidad política. Era de esos políticos que quedan en el recuerdo,

en la memoria y en el corazón cuando has tenido la suerte de estar cerca de él,

cuando has vivido a su lado sus avatares políticos y personales, cuando nos ha

hecho ver que la política, mas allá de consideraciones puramente partidistas, es la

entrega total en la búsqueda del bienestar de su pueblo.

Si por sus obras les conoceréis, como reza en el Nuevo Testamento, a DON IÑAKI

jamas le olvidaremos. Jamas por mucho tiempo que pase habrá en Bilbao, en

Euskadi y en España un ser humano que sea capaz de despertar tantos

sentimientos de bondad como los que desprendía su persona.

No estoy haciendo una loa al muerto sino un reconocimiento a la persona. Cuando

alguien se va es muy fácil decir cosas buenas, bonitas y hasta falsas, pero en el

caso de DON IÑAKI todo eso, incluso las falsas, las recibió en vida.

Bilbao, Euskadi y España le debe mucho a un político que demostró, con la fuerza

de sus hechos, que la política puede ser otra cosa, que se puede ser concejal,

alcalde, diputado, ministro y presidente del Gobierno sin dejar de ser un ciudadano

mas, sin dejar de ser una buena persona y DON IÑAKI era las dos cosas.

Políticamente a los hechos me remito. Bilbao paso de ser una ciudad físicamente

gris, triste, contaminada por las muchas industrias que poblaban las margenes de

nuestro Danubio azul particular, el río Nervión, para convertirse en un modelo de

ciudad cosmopolita, ordenada, alegre, dotada de todo lo que cualquier vecino

quiere para ser feliz con su entorno.

La transformación física de Bilbao es un modelo para todas aquellas ciudades que

están pendientes de transformarse, para todas aquellas ciudades a las que les hace falta, como consecuencia del paso del tiempo y del progreso industrial y

económico, un cambio radical.

No era en absoluto fácil hacer eso en Bilbao y sin embargo, DON IÑAKI lo logró. No

era nada sencillo transformar tantos años de industria pesada, de fabricas antiguas

y otras industrias y sin embargo su incansable trabajo lo hizo posible.

Y ademas logro otra cosa que es prácticamente imposible de ver en la política

actual. Se rodeo de un equipo de profesionales que le ayudaron la ingente tarea de

lograr la transformación ciudadana deseada. Hoy en día es tan difícil encontrar un

alcalde como el tanto como un equipo como el suyo. El era el ideologo y la cara de

un equipo de esos que en otras disciplinas de la vida se denominan DREAM TEAM.

No quiero cansarles porque no es mi objetivo y porque ademas se me acabarían los

adjetivos y las calificaciones sobre lo que DON IÑAKI ha supuesto para los

Bilbainos.

Pero una cosa si es cierta, perdemos muchas oportunidades en la vida para ser

mejores en nuestras cosas, como profesionales y como personas y el ejemplo de lo

que ha sido el Mejor Alcalde del mundo nos debería servir para ambas facetas de

nuestra vida.

Del viaje que acaba de emprender DON IÑAKI hay una cosa buena, que se prepare

San Pedro, San Pablo y San Mames que cuando llegue arriba va a transformar el

cielo en un barrio de Bilbao, aunque no les llegue el metro.

Descansa muy en paz DON IÑAKI, que aquí nos quedaremos con tu recuerdo y con sus obras.