La necesidad de un gobierno socialista en Canarias

Por Damián Peña

No es sólo la imagen que está dando el actual gobierno CC-PP de Canarias lo que produce desasosiego y desesperanza en la ciudadanía. Es más bien una constatación de la realidad, de lo que este gobierno da de si. Un gobierno que ni está a la altura, ni sabe como afrontar los retos que verdaderamente preocupan a la ciudadanía. Es un gobierno del parcheo, del remiendo aquí y allí, y con un único proyecto “estrella”: la policía autonómica.

No es que no sea necesaria una policía autonómica en Canarias, como lo pueden ser en otras Comunidades Autónomas. La cuestión es si este, ahora, es el momento de poner en marcha un proyecto realmente costoso, y más si el gobierno central no está dispuesto a participar en su financiación. Con razón el ciudadano se plantea si esa es la respuesta a todos sus problemas del día a día.

Del gobierno de Canarias se espera mucho, pero por lo menos que su política este orientada en cubrir la demanda de la ciudadanía. Nadie nunca puede resolver todo. Sin embargo, los ciudadanos deben tener la sensación de que se les entiende, que por parte del gobierno se ha detectado el problema y está esforzado en su solución. En el caso de Canarias no se percibe así. Lo que se percibe es más bien que el gobierno tira para un lado y la ciudadanía para otro. El desfase entre las dos realidades es evidente.

En esa situación surgen dentro del PSC dos visiones diferentes de cómo afrontar este hecho. Esperar a las próximas elecciones autonómicas del 2011 o hacer avances para, por lo menos, intentar poner fin cuanto antes a este espectáculo penoso de desgobierno en Canarias, cuyas consecuencias están sufriendo de manera inmediata los ciudadanos en las ocho islas. Estoy completamente seguro que si al día de hoy se sometiera a votación del electorado canario la entrada del PSC en el gobierno autonómico, el resultado sería una mayoría abrumadora a favor.

Este gobierno actual, que Juan Fernando López Aguilar calificó acertadamente como gobierno de perdedores, no inspira ya la más mínima confianza ni es, por supuesto, capaz de generar ilusión alguna entre la gente. Nos encontramos ante un permanente declive, ante un gobierno que “tema que toca tema que desgracia”. La resignación y la pérdida de confianza de la población en este gobierno ya son difícilmente superables. Los actores sociales, como organizaciones empresariales y sindicatos, ya han dejado de esperar algo, aunque sea alguna mínima medida acertada y coherente.

Estando así las cosas, el PSC se encuentra ante una decisión importante: apostar por un cambio en la presente legislatura o dejar que los acontecimientos sigan su curso y esperar al 2011. El PSC tendrá que reflexionar también de cara a su próximo congreso regional y adoptar una estrategia al respecto. Eso es otro de los temas de fondo que los socialistas en Lanzarote deberíamos ir debatiendo en los próximos meses.