La moral de “Félix el Zapatero”

Por Ramón Pérez Hernández

D. Félix Hernández Saavedra, conocido entrañablemente en todo Lanzarote como “Félix el Zapatero”, se dedicó en cuerpo y alma desde que cumplió el Cuartel por los años de 1940, a atender con su caritativo corazón a los necesitados de Lanzarote, que en esas épocas de hambrunas y graves necesidades era una proeza de colosos obtener alimentos, ropa, muebles, utensilios, etc., para ayudar infatigablemente a los infortunados isleños. Evidente que D. Félix fue un hombre bueno, sencillo. Cuando muchas personas en aquellas fechas se desplazaban fuera a buscar “una mejor oportunidad”, él, ávido de socorrer, de reconfortar, de calmar la hambruna material y moral de los que sufrían, fundó en Lanzarote, con la colaboración de amigos y feligreses de la Iglesia de San Gines, el “Banco de los Pobres”, que tanto bien espiritual y material facilitó a los excluidos, recaudando dinero a base de aportaciones voluntarias. Años después tuteló admirablemente “Caritas Parroquial”. El año 1.966 D. Félix asistió a un cursillo de Caritas Nacional en Madrid impartido por el Sacerdote D. Ramón Echarren hasta hace poco Obispo de esta Diócesis. El éxito del bueno de D. Félix el Zapatero durante una vida entera hasta que falleció en la paz del señor el año 2003, fue porque comprendió la pobreza. Cuantos seres abandonados, malmirados, arrinconados, sin tener nada que echarse a la boca durante años, recibieron no solo la ayuda material, sino moral del gran filántropo moral que fue Don Félix Hernández Saavedra, nuestro recordado y querido “FELIX EL ZAPATERO”, al que tuve el honor de conocer y tratar durante una vida; era D. Félix auténtico y fraternal amigo de las personas mayores, jóvenes, niños, ancianos, enfermos, desamparados y vagabundos. Por supuesto que con D. Félix colaboraron desde el “Banco de los Pobres”, después en “Caritas”, infinidad de mujeres, hombres y jóvenes, con tanto carisma y amor como él en la oportunidad de la alegría, la comprensión y el aliento material a infinidad de seres de esta bendita tierra. Dicen que es de bien nacidos “agradecer” los favores recibidos. Creo llegada la hora del merecido homenaje a este popular hombre piadoso, del amor encendido a sus semejantes, que tan bien los trató y nutrió con alimentos materiales y del espíritu. Por su acertado y humanitario buen hacer, sería estupendo inmortalizar su recuerdo, rotulando una calle con su popular sobrenombre.

Por otro lado, reflexiono, qué diría “Félix el Zapatero” del talante ramplón del Grupo Minoritario de Gobierno del Cabildo de Lanzarote (6 Consejeros del Partido del Sr. Zapatero que acaba de aterrizar en Lanzarote, al que deseo feliz estancia con su familia, tal como la cruel ola de calor les dispensó... por fortuna), al negarse dicho Grupo, violando cínicamente las leyes españolas y la Convención de la ONU, que su Majestad el Rey mandó cumplir con “la fuerza del amor” desde mayo de 2008, mortificando miserablemente a los familiares y a los niños discapacitados, negando la apertura forzosa del Colegio para discapacitados terminado hace dos años.