La eutanasia
Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE) dijo durante la campaña electoral que la primera ley que quería aprobar, si llegaba a gobernar, era la de la eutanasia. Es decir, una ley que permitiera acelerar la muerte de los enfermos, tanto si los enfermos prestaban su consentimiento como si no lo prestaban, y que liberara de cualquier responsabilidad a la persona que favoreciese el fatal desenlace. Esto, en lenguaje común, se llama legalizar el asesinato.
La finalidad de esta acción era sólo ahorrar dinero a una Seguridad Social en quiebra que ya no tiene recursos para mantener a los más de 8 millones de jubilados del país. Sin embargo, no sólo los jubilados corrían peligro si se aprobaba semejante ley, sino cualquier ciudadano que el Estado considerara que es una carga. Si en Holanda ya consideran como motivo para aplicar la eutanasia la carencia de habilidades sociales, la carencia de recursos financieros, la soledad, la pérdida de autonomía, el sufrimiento "insoportable" derivado de trastornos de visión, audición o movilidad, ¿de verdad que en España pensamos que iba a ser distinto que en Holanda?
Ahora la pregunta fundamental es la siguiente: ¿por qué hubo todavía 7 millones de ciudadanos que dieron su confianza y su voto a Alfredo Pérez Rubalcaba y al PSOE en las pasadas elecciones, a pesar de saber que la primera ley que quería aprobar era la de la eutanasia, que pone en peligro la vida de todos los españoles? ¿Acaso es que estos 7 millones de ciudadanos están deseando que les aceleren la muerte y el único problema es que no encuentran quien lo haga? Si es ése el problema, no se preocupen, tiene fácil solución.