El Cabildo, mi tesoro
¿Ustedes recuerdan a Golum, ese personaje entre grotesco y cómico que paseaba su fealdad por las tierras medias y altas del Señor de los Anillos y que cuando hacia referencia a su propiedad más preciada, el anillo, decía aquella famosa frase de “mi tesoro”?
Bueno pues eso es lo que debe pensar el Presidente del Cabildo cuando entra en las dependencias de la máxima institución insular.
Si no quieres que la gente piense que no eres honrado y transparente, no te empeñes en parecerlo.
Si no quieres que el ciudadano piense que, en tus actuaciones como político, ocultas algo, no te empeñes en ocultar nada.
En una sociedad como la nuestra, absolutamente corrupta en muchos sectores de la vida pública y de eso ejemplos tenemos para dar y regalar, lo menos que podemos exigir a los que nos gobiernan es que no jueguen con nuestro dinero. Lo menos que podemos exigirles es que sean absolutamente honrados en las actuaciones que, bajo su mandato electoral, lleven a cabo. No les exijo que no se equivoquen, que todos lo hacemos, pero si les exijo que no lo hagan intencionadamente, que es lo que actualmente esta pasando.
El Cabildo, como máxima institución Insular debería ser un paradigma de la transparencia, debería ser una institución de la que los ciudadanos nos sintiéramos orgullosos y completamente satisfechos de la gestión que bajo sus paredes se realiza, con el esfuerzo de mucha gente y el dinero de todos.
Lamentablemente y a tenor de las actuaciones de sus máximos dirigentes, esto es todo lo contrario. La transparencia brilla por su ausencia. La sensación de que aquello es un cortijo privado cada día es mas intensa. Allí solo mandan tres y ninguno de ellos es el ciudadano.
Si todo lo que se hace en esa institución es absolutamente legal y con arreglo a lo establecido en los diferentes reglamentos que regulan la función pública, ¿por qué el Presidente del Cabildo se empeña, un día si y otro también, en demostrarnos exactamente todo lo contrario? ¿Es el Cabildo su tesoro, su cortijo privado? La respuesta es clara, SI.
Cuando la oposición, en el legítimo ejercicio de sus obligaciones, amparadas por todas las leyes vigentes, le pide un documento al Presidente sobre alguna cuestión de importancia para los ciudadanos, este, el Presidente, debería dárselo sin dilación. Pero no, hace exactamente lo contrario, da órdenes a sus subordinados para que bajo ningún concepto se le facilite a los miembros de la oposición el documento requerido.
¿Si todo lo que hace es legal e inmaculado, a que se debe esta continua obstrucción a los derechos que tenemos los ciudadanos de conocer todos aquellos temas que nos afectan? Pues muy sencillo, la razón es que ni todo lo que hace es legal ni muchos menos inmaculado,
La oposición se ha hartado de presentar requerimientos para que se les faciliten los documentos oficiales necesarios para ejercer su labor de oposición pero siempre ha recibido la negativa por respuesta.
Documentación sobre el contrato de Inalsa, sobre la gestión de los Centros Turísticos, la Sociedad de Promoción, el 347 de los proveedores, el 190 de los trabajadores, copias de los informes oficiales de la intervención del Cabildo sobre reparos a determinadas cuestiones, como el caso del intento del Consorcio de apañar situaciones legales, etc., constituyen un extenso dossier sobre la negativa de la presidencia del Cabildo ha cumplir con su obligación de mantener la transparencia de legalidad que se le presume.
Siempre he dicho que si no quieres que piense mal no hagas todo lo posible para que piense mal. Eso es lo que está haciendo el Presidente del Cabildo con la inestimable y necesaria colaboración de sus socios del PSOE.
El Cabildo, Sr. Presidente, no es ni su tesoro ni su cortijo, ni los presupuestos que maneja provienen de ninguna herencia que haya podido recibir de un tío de America. Todo, absolutamente todo, lo que usted encuentra cuando traspasa las puertas de acceso pertenece a los ciudadanos. Suyo no es ni el café que se toma por las mañanas, ni los caramelos que ofrece a las visitas ni nada de lo que pueda utilizar en su día a día en el ejercicio de su labor.
¿Y la oposición que? No sirve de nada, visto lo visto, presentar solicitudes de documentación porque de antemano ya saben la respuesta. No sirve de nada escudarse en la sistemática negativa del Presidente a facilitar lo que legalmente esta obligado. No sirve de nada salir en los medios de comunicación con pataletas de niño pequeño al que le han quitado el bocadillo en el recreo o no le dejan un balón para jugar en el patio.
Lo que sirve y eso los ciudadanos lo agradeceríamos, es que si cumplido el plazo legal para que el organismo pertinente haga entrega de la documentación requerida, esta no es entregada, al día siguiente deberían presentarse en el juzgado y que sean las autoridades judiciales las que le obliguen al Presidente a facilitar lo solicitado.
No sirve quejarse en Junio que en Diciembre del año anterior se le pidió algo que todavía no ha dado. ¿Hay plazos legalmente establecidos para la entrega de documentación a la oposición? Pues si no se cumplen al juzgado no la los medios de comunicación.
Y no soy para nada partidario de judicializar la vida pública, pero si no me dan lo que pido con la legalidad en la mano, que venga alguien superior y le obligue a ello, solo así se acabarán con las sospechas, mas o menos fundadas, de que lo que se mueve en las instituciones públicas es más ilegal que un euro con la cara de Franco.