Creer en Dios es un pecado filosófico

Por Bruno Perera

Dios no existe, por ello, no es vendible, ni comprable. No es propiedad de unos ni de otros. Tampoco ampara a los buenos ni castiga a los malos, ni premia o detesta a los ricos, ni a los pobres.

En lugar de Dios, existe EL COSMO PODER, habido siempre en la (Nada), que creó lo existente en el Universo. No se refleja ni se muestra, ni piensa igual a una persona; no habla, ni escribe, ni lee, ni tiene religión, ni se reencarna en hijos humanos como los cristianos inventaron, reclaman y predican.

El COSMO PODER no engendra hijos privados, no los sacrifica, ni los crucifica en beneficio de la humanidad, poniendo a ésta en un nivel más alto e importante que a sí Mismo.

El COSMO PODER no escogió ni escoge a los hombres como principales y más queridas criaturas, ni como profetas ni mesías. Fue y es el hombre quien, sin haber sido electo por algún poder cósmico, se puso y se pone, por ignorancia y por soledad, la corona de prepotente sobre las demás creaciones y criaturas.

El COSMO PODER, que desde siempre ha existido en su Todo habido, y que creó y forma y transforma cuanto hay en el Universo, no está sujeto a vanidades humanas, ni tampoco obedece a nada ni a nadie, ni ayuda, ni da a uno más que a otro, aunque se le rece, se le implore, o se hagan en su honor sacrificios y centros de petición y de adoración. Ese COSMO PODER, que no es sádico ni tampoco demandante de servidumbre humana, o de otro tipo, es algo que en su conjunto se muestra y se divide en el Todo, y se desarrolla sin más leyes que las dictadas por su propia existencia; y sin miramientos de afecto hacia el humano u otros componentes en el Universo.

El hombre y la mujer, cuando hacen sacrificios, rezan y suplican a ése o a eso que muchos llaman Dios, creen pagarle con su creído e inculcado pésame de culpabilidad, (psíquico o físico), dándole a ese dios parte de lo que de él es, pues si según los religiosos ese dios lo hizo Todo, de él es Todo. Es entonces descabellado creer que ese dios reclama lo que a su alcance tiene y puede tomar cuando le apetece de toda su Creación, incluyendo al hombre y a la mujer como algo dentro de la misma.

El hombre y la mujer (modernos), al romper la jerarquía simbólica de los dioses, introducen una nueva relación con todo aquello que consideran “la naturaleza no humana”. Eso provoca un sentimiento de escisión bien mostrado a través de la historia, que nos habla de unos seres que, con todo su poder sobre la Creación, sienten nostalgia y paranoia, mientras entran en armonía con ella.

El dios religioso -y según los inventores, Padre de todo lo creado-, es un ansiado sueño que la mayoría de los humanos desean y hacen en sus mentes realidad, porque se sienten niños solitarios en el viaje-destino de la Creación.

Si el dios religioso existiera, ¿quién cuidaría de él? Nótese que cuando hablamos de algún dios, lo hacemos siempre en masculino, lo que indica que el hombre hizo las religiones, la escritura y las supuestas Escrituras, y no la mujer. ¿No crees tú que es pecado, de acuerdo con cualquier filosofía religiosa, demandar la existencia de un dios como el que describen los judíos, los cristianos y los musulmanes? El cual, según sobre él se predica, a veces corresponde en su hechura a la imagen del hombre, que tiene vida y piensa como nosotros; un dios inventado, que debe haber estado siempre, debe estar ahora, y deberá estar para la eternidad; y todo en beneficio nuestro.

Amigo o amiga, acepta que estamos sin dios en este Universo. En cambio, ten bastante con vivir en felicidad o tristeza; da gracias por la suerte de estar aquí y luego muere en paz sin desear más vida que la que por gran elección del COSMO PODER te tocó sin pedir, el premio de tu existencia, aunque tu vida en la Tierra haya sido miserable e insoportable.

NO OLVIDES.

NOSOTROS, -LA HUMANIDAD-, SOMOS UN REBAÑO DE SERES DISEÑADO POR UN PASTOR SUPREMO Y SIN IMAGEN QUE NO TE DEMANDA PAGO NI SACRIFICIOS POR PERTENECER A SU HOGAR.