Carta a Fabián Martín y a Manuela Armas
Por Rosario González Perdomo
Había dicho que enterraba el hacha de guerra por el tema de la carretera de Tahiche, pero es que no me dejan.
El señor consejero del Cabildo Fabián Martín me preguntó muchas veces si éramos muchos los que estábamos en contra de la carretera de Tahiche: “parecía dudar un poco -o mucho-” por si éramos pocos y el nos apoyaba a nosotros llegaban los otros, los del sí, y no votaban por su partido en las próximas elecciones.
Lo vi dudar muchas veces, por eso nunca tuve claro que hiciera algo por parar el proyecto, pero lo fui dejando esperando que la justicia algún día nos diera la razón.
El abogado que tienen ellos o que es amigo, Camero le había dicho, según decía el señor consejero, que no se podía denunciar el proyecto: ¿SE PODÍA O NO?
“¡Cómo nos utilizaron!”, diciéndonos que se habían puesto muchas veces en contacto con la Consejería de Obras del Gobierno de Canarias, y estoy segura de que no era verdad. Hablé muchas veces con una persona del Gobierno de Canarias que me decía que no habían mandado nada por escrito, y eso es lo que vale en las Instituciones, no las palabras.
Pero señor consejero, ¿cómo voy a creer que usted hizo algo por nosotros cuando tenía como asesor a un señor que se dedicaba a ir a las teles locales para decir sí a la carretera y para meterse con nosotros los afectados? No entregó ninguna información de la que llevé un día a su oficina, que según usted no llegó a sus manos. Para mí era muy importante (su asesor o como quiere que le llamen de seudónimo) “IDEÓLOGO DEL PIL”.
Ese ideólogo que va por ahí diciendo que la abogada que tenían los vecinos nos la habían recomendado ustedes, pues no señor, esa abogada la buscó una de las vecinas afectadas.
A cada uno los pone el tiempo en su lugar, y a las personas que se han querido aprovechar de nuestra ingenuidad también.
Esta semana recibía una llamada telefónica de Manuela de Armas. No pude atenderla, pues como ustedes comprenderán yo también soy una mujer muy ocupada; n sólo ella es una mujer ocupada, como lo estaba cuando estaba en el Cabildo y no fue capaz de hacer nada por nosotros, los afectados por este macroproyecto, pues también decía que no se podía hacer nada.
Manuela, como puede ver, sí se podía hacer, pero usted entre ir a China y hablar de los hoteles ilegales mandando el turismo que venía a esta isla al garete, y con ellos la economía de todos los conejeros que vivimos de una manera u otra del turismo, no tenía tiempo para encontrar un momentito para dedicar a esto pobres infelices de la carretera de Tahiche.
Espero que ahora tenga tiempo para reflexionar y para pararse a pensar en el daño que ha hecho a muchas personas, entre ellas los afectados por la carretera de Tahiche.
El tiempo pone a cada persona donde tiene que estar, y eso es lo que espero que haga con ustedes, de pueblo y barrio “SI” pero no ignorantes y gracias al pueblo llano y sencillo ocupa usted su puesto Fabián y lo ocupó usted Manuela.