Carta abierta a la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias

Por Manuel Fajardo Palarea, vicepresidente y consejero de Sanidad del Cabildo de Lanzarote

Estimada Señora:

En fechas recientes, la prensa se ha hecho eco de la ingente cantidad de millones de euros que su consejería se va a gastar en Lanzarote antes de 2010, con amplio detalle de los centros de salud, consultorios, quirófanos y camas hospitalarias que se piensan acometer, y donde no se incluye por supuesto, ninguna partida ni ayuda al Cabildo de Lanzarote, para arreglar el Hospital Insular cuyo edificio necesita urgentemente un amplia remodelación.

Permita que no me crea ninguna de sus promesas sobre mejoras en la sanidad en Lanzarote. Los que vivimos aquí sufrimos todos los días las incomodidades del servicio de urgencias por el retraso de años de las obras del hospital general, cuyo proyecto fue pensado hace casi una década, para una isla muy diferente a la que ahora conocemos. Sufrimos también la falta de especialistas por la sangría continua de los que abandonan la isla buscando mejores condiciones de trabajo. La única explicación que sus subordinados nos dan es que no encuentran especialistas, como si ese no fuera un problema de toda España y sin que ni siquiera se les ocurra poner en marcha medidas e incentivos, para mejorar el entorno de trabajo y evitar que abandonen la isla los que ya ejercen aquí. He oído decir que estaban intentando traer especialistas de Polonia. Si esto es cierto, espero que tenga usted contemplado algún convenio con el Instituto Cervantes para incluir en la selección, una prueba de competencia de idioma, pues como usted debe saber, a diferencia de lo que ocurre en la veterinaria, en medicina es fundamental la relación medico enfermo a través de la lengua de este último.

Usted no ignora pero si desprecia el esfuerzo que hace el Cabildo de Lanzarote, por prestar servicios sanitarios a la población de la isla a través del Hospital Insular. Da a entender que dicho centro es una simple residencia de ancianos, pero aprovecha que cada día decenas de personas son atendidas en sus consultas externas, reciben rehabilitación, son ingresadas, mejoradas, resueltos sus problemas de salud o se realizan sus análisis y radiografías en ese centro, donde se practica un medicina geriátrica de alto nivel que ha merecido el reconocimiento del ministerio, para la enseñanza médica especializada. Pero mucho más importante que esto, recibe todos los días el reconocimiento y el cariño de las familias de Lanzarote, por la satisfacción con el trato que reciben, y de eso estamos muy orgullosos. Toda esta actividad sanitaria, que no ha dejado de incrementarse en los últimos años, cuesta cientos de miles de euros anuales a las arcas insulares sin que usted se haya esforzado en compensarnos o en ayudarnos. Todavía me acuerdo cuando me prometió en abril en Santa Cruz de Tenerife, que nos compensaría por el gasto de atender a pacientes en consultas externas y rehabilitación en hospital de día. Usted ha faltado a su promesa y a su palabra, lo que, en una persona que ocupa su cargo, es al menos poco honorable. Por eso solo puedo desconfiar de sus intenciones de mejora de la sanidad de la isla.

Todo este esfuerzo del cabildo, se lleva a cabo sin menoscabo de sus obligaciones para atender el Plan de Mayores, el apoyo a los enfermos de Alzheimer, a los oncohematológicos o a los programas de discapacidad, a salud mental a través de la asociación El Cribo, y muchos otros como los accidentes de buceo; siendo en este sentido unos de los cabildos que más contribuyen en el campo de la salud y los servicios sociales.

El hospital insular es un viejo edificio necesitado de una reforma urgente. Usted ha eludido comprometerse minimamente para mejorarlo, mientras le saca todo el partido para apoyar los servicios sanitarios del área de salud. En sus planes de inversión no parece ni un céntimo para el Cabildo de Lanzarote, pero desembolsa decenas de millones de euros para que el Cabildo de Tenerife construya dos nuevos hospitales similares al nuestro pero nuevos, en el norte y en el sur de Tenerife, y su consejería encontró también millones de euros para comprar el hospital militar de Las Palmas.

Usted viene poco por Lanzarote para conocer los problemas de su área, salvo para inaugurar las migajas que nos tocan. Bueno si viene bastante... pero a romerías y procesiones. Me conmueve su piedad, pero sería más coherente que tuviera compasión por los que sufren las viejas instalaciones del Hospital Insular, con sus pasillos y habitaciones estrechas, sus salas comunes sin intimidad y sin espacio para que el personal trabaje con comodidad y no a costa de su espalda. Eso a usted parece importarle poco, y que lo sufran además los más débiles y desprotegidos, las personas mayores, parece que menos. No trate de engañarnos señora consejera, con promesas y cantos de sirena. Usted ha demostrado de sobre su desinterés e incompetencia, y lo tendremos en cuenta. Le recuerdo que la población de Lanzarote está compuesta por gente dinámica y trabajadora, que contribuye con su esfuerzo a la riqueza de la hacienda canaria y además de no ser tonta, no se merece este trato y su política de “despotismo centralizado”.