La portavoz de Vivienda del GPP, Ana Zurita, afirma en la nota enviada este jueves a Crónicas que la única utilidad de la Ley de Vivienda es que Pedro Sánchez permanezca en la Moncloa hasta final de año, “una moneda de cambio con éxito para Unidas Podemos, ERC y Bildu, que marcan ahora la política de vivienda de este país”. “Es pura propaganda populista y no ofrece ninguna garantía”, añade
Insiste en que se trata de una ley “de mediático contenido y mediática tramitación, un panfleto y una escenificación con fuegos artificiales”, haciendo referencia al anuncio de Sánchez sobre las viviendas de la Sareb
“Por responsabilidad hemos decidido enmendar todas las cuestiones flagrantes”, subraya haciendo referencia al intervencionismo a la propiedad, la calificación permanente de VPO, que destruye las expectativas de las familias; el control de alquileres, la fiscalidad de la vivienda y las medidas contra los desahucios, que perpetúan las adoptadas en la pandemia e incitan a la okupación", sostiene.
Resalta que el GPP construyó un texto alternativo donde eliminó todo aquello que invade competencias, que es reiterativo, que cercena derechos adquiridos y que va en contra del normal desarrollo de las ciudades
Lamenta que se veten las enmiendas principales del GPP, aquellas que resuelven el problema en zonas de alta demandan residencial, las medidas fiscales que incentivan la construcción de viviendas y el alquiler, las medidas para dar soluciones reales a personas vulnerables, las propuestas para solucionar el sinhogarismo, la vivienda de los jóvenes y que estos tengan libertad para elegir de qué forma quieren vivir
Zurita recuerda que, pese a encomendarse su tramitación por el procedimiento de urgencia, esta ley llevaba paralizada más de un año en el Congreso: “Si en seis años no han hecho nada, ¿qué van a hacer ahora?”
Sobre los efectos indeseados de la ley, señala que el control de los alquileres, en lugar de fijar por interrelación entre oferta y demanda, provoca que muchos propietarios retiren su vivienda del mercado; o que lo dueños de pisos viejos ysin reformar no tendrán incentivos para tener la vivienda en buenas condiciones. “Lo natural es que aumente el precio, o peor, que aumente el fraude fiscal”, agrega.
Insiste en que esta ley es “pura filosofía de la izquierda” que huye de dar seguridad jurídica y de medidas reales que creen oferta de vivienda que realmente bajen los precios
Por último, recalca que lo que hace falta es construir vivienda y medidas contra la okupación, “pero no cargar lo que ustedes no hacen sobre la propiedad privada porque eso es intervencionismo”.
