Los padres recibirán directamente las ayudas para la compra de libros de texto desde el próximo curso
El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, anunció ayer a la Asociación de Libreros de Las Palmas su propósito de que, a partir del próximo curso, los padres y madres de alumnos reciban directamente las ayudas públicas para la compra de libros de texto. Para ello, la Consejería de Educación, Cultura y Deportes distribuirá tarjetas de plástico -similares a las de crédito- donde se cargará el importe de la subvención.
El presidente de la Asociación de Libreros de Las Palmas, Francisco Sarmiento, hizo este anuncio al término de la reunión que la organización que preside tuvo con el jefe del Ejecutivo canario ayer en Las Palmas de Gran Canaria.
Esta medida se adopta en respuesta a una reivindicación “de hace muchos años” de los libreros con respecto a la venta de libros de texto que se ha venido desarrollando en los últimos años a través de los colegios. Desde el colectivo de libreros consideran que “los centros escolares deben dedicarse a dar clase y no a repartir libros”.
El problema radica en que los colegios recibían las ayudas del Ejecutivo regional "y compraban directamente a las editoriales” lo que provocaba que los libreros “hayamos sufrido pérdidas en torno al 30 por ciento y cierres de muchos de nuestros comercios”.
El sesenta por ciento de las ventas de las librerías pequeñas se basa en los libros de texto y si “se les causan estas pérdidas tan elevadas se ven obligados al cierre”. Estas clausuras de pequeñas librería provocarían el que los municipios pequeños perdieran la única que tenían y “tanto los padres como los alumnos se vieran obligados a acudir a la capital para comprar una simple cartulina”.
Por todo ello, la Asociación ha propuesto al Gobierno canario el que la subvención no llegara directamente a los colegios sino a los padres y que sean ellos “los que compren donde les apetezca”. No obstante, Sarmiento insistió en la necesidad de que los progenitores se conciencien de que “deben comprar en librerías porque son los únicos establecimientos autorizados para ello”.
Desde la Asociación consideran que esta medida beneficiará a “a mucha gente” e incluso a los colegios “porque les evita el estar desempeñando funciones de bibliotecarios, que no es lo de ellos”.