La desaceleración ‘hunde' la confianza de los empresarios canarios
La confianza de los empresarios se ‘hunde' merced a la desaceleración económica. El Indicador de Confianza Empresarial (ICE), elaborado por las Cámaras de Comercio de Canarias, ha alcanzado su peor registro desde 2004, situándose en un -12,0; lo que supone cuadruplicar a la baja el resultado registrado aquel año, cuando las expectativas de los empresarios canarios se situaban en un 3,0.
Todos los sectores económicos del Archipiélago sin excepción han presentado índices negativos, pero son sobre todo los sectores de la construcción, el comercio y la hostelería los que menor confianza presentan en la situación económica. Esto está inducido por empeoramientos importantes no sólo en la cifra de negocios, sino en el empleo y la inversión, las tres variables que se utilizan para realizar este indicador a través de encuestas a los propios empresarios.
La construcción, donde se ceban las peores consecuencias de la desaceleración económica, presenta un índice de confianza negativo de más de treinta puntos, un nivel muy por encima del resto de sectores, con especial repercusión en la evolución del empleo y la inversión.
Por su parte, la escasa rentabilidad del sector turístico unida al empeoramiento del consumo que está advirtiendo la hostelería aumenta el deterioro que el sector viene experimentando desde el pasado verano. No obstante, cabe destacar que Canarias ha recuperado 136.367 turistas extranjeros en los primeros tres meses de este año. En cuanto al comercio, encadena tres caídas consecutivas de gran intensidad que hacen que el ICE haya pasado de un valor positivo en octubre de 2007 (11,5) a uno negativo (-18,4) en la actualidad.
La debilidad de la demanda ha sido la variable a la que más han recurrido los empresarios para justificar sus negativas previsiones económicas, ya que 60 de cada 100 de los encuestados la señalan como la principal causa. Según una de las responsables del estudio, Patricia Santana, esto se debe al aumento de los precios y los tipos de interés que han hecho que la demanda se constriña, así como el aumento de la tasa de paro, que repercute directamente.
Otra de las causas señaladas es el aumento de la competencia que frena el desarrollo, sobre todo para los sectores de la industria y los servicios.