RELEVO EN EL AYUNTAMIENTO GRANCANARIO

Díaz Tejera se va con la "frustración" de no "rematar" la tarea y con la idea de que el PSC también ganaría con él

Jerónimo Saavedra: "Devolveré el prestigio a Las Palmas sin separar a nadie". El candidato del PSC a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria elogió a Díaz Tejera

ACN

El hasta ahora portavoz del PSC en el Ayuntamiento capitalino aseguró que renunciaba a su acta de concejal y no forzaba unas primarias internas "sólo por Saavedra", que en su opinión conseguirá la alcaldía "por goleada". El ex presidente canario dijo que durante el mitin de Zapatero sintió el deseo de ser alcalde de su ciudad.

Arcadio Díaz Tejera y Jerónimo Saavedra escenificaron hoy el relevo al frente del grupo socialista en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que se concretó en la renuncia del acta de concejal del primero, aunque el ex presidente canario dirigirá el grupo municipal ‘en la sombra' de cara a la carrera electoral en la que optará a la alcaldía.

El hasta ahora portavoz del PSC en el consistorio capitalino, que comenzó su intervención solicitando “la venia” del presidente del partido, el propio Saavedra, y reiterando lo manifestado a primera hora en la cadena Ser, señaló que abandonaba el Ayuntamiento y la opción de volver a presentarse, tras unas primarias internas “sólo por Saavedra” ya que “por ninguna otra persona renunciaría a presentarse a la alcaldía” y a “plantar cara”.

No obstante, reconoció que su estado de ánimo era de “frustración” por no poder “rematar” lo que había hecho en los últimos años, y demostrar que el PSC sería capaz de crear una mesa de contratación con la presencia de la oposición, comisiones de pleno “públicas y transparentes”, de llevar a cabo el ‘pacto por la seguridad', el ‘pacto por el litoral', entre otras propuestas.

Díaz Tejera, que dijo que había aceptado a perder 100 puestos del escalafón judicial cada año, por dedicarse a la política municipal, destacó que su renuncia al acta de concejal era “un acto de lealtad al proyecto político del PSC y a su presidente”, para que sea Saavedra el que fije los criterios y las pautas de actuación en los 8 meses que quedan antes de las elecciones, y poniéndose a su disposición para “hacer lo que le diga”.

El también senador afirmó que aunque con su candidatura los socialistas tendría garantizada la victoria en los comicios, con la candidatura de “el mejor de sus militantes”, la victoria “será por goleada”, pues “Saavedra aportará más concejales” y conseguirá “una mayoría absoluta y rotunda”.

Por su parte, Jerónimo Saavedra, tras agradecer lo que calificó de ‘streaptease' inhabitual de Díaz Tejera, y de “acto de amistad, solidaridad, y coherencia”, confesó que tomó su decisión durante el mitin de Rodríguez Zapatero, del pasado 19 de agosto, influido por “el ambiente y la atmósfera” que reinaba en el Auditorio. “Me ilusiona la alcaldía de mi ciudad, reencontrarme con lo próximo, con el vecino”, apostilló el presidente socialista., que indicó que la experiencia aportará “notas de equilibrio, serenidad y realismo”.

Saavedra dijo que esperaba integrarse en el grupo municipal con el fin de “anticipar las respuestas que la ciudad necesita, con proyectos, ideas y actitudes”, dejando el ‘glamour' para otras cosas.

Asimismo, precisó que su conocimiento de la realidad de la ciudad le ayudará a “restablecer el prestigio y protagonismo político, empresarial y cultural” de la capital, con el objeto de hacer de Las Palmas de Gran Canaria “la locomotora de la Comunidad Autónoma”.

Saavedra, que señaló como un gran objetivo el 'pacto local' que garantice un fondo nacional de solidaridad municipa, apuntó como problemas importantes la seguridad y la droga, el tráfico, la vivienda, y las desigualdades sociales. Sobre un aspecto puntual como La Gran Marina, declaró que ésta se llevará a cabo, pero “respetando las normas del Estado de Derecho”.

Arcadio Díaz Tejera dio las gracias a la ciudad y sus ciudadanos por el cariño recibido y por el aprendizaje en estos años de política municipal, a los empleados públicos, al grupo socialista por su dedicación y lealtad, y a la Ejecutiva Federal por permitirle tomar la decisión y dejar que “los dos viejos amigos en las lucha por las libertades y contra el fascismo” decidieran “sin ninguna interferencia”, apuntando que “otros ruidos”, en referencia a los valedores de Saavedra en la Agrupación Local, “no han tenido ninguna importancia”.