miércoles. 24.04.2024

Por Sigfrid Soria

NUESTRO Cabildo Insular es el órgano de gobierno y administración de todos los que vivimos en la isla de Lanzarote. Digo “NUESTRO” pues se trata de una Corporación que es de todos y que se debe a todos.

NUESTRO Cabildo debe defender los Intereses Generales de la isla de Lanzarote y de sus ciudadanos, por encima de los que pudiera tener cualquier Partido político, Asociación o Colectivo que tuviera representantes, o no, entre los integrantes de la Corporación. El actual Grupo de Gobierno, ¿cumple esta premisa? Rotundamente no.

El pasado viernes 11 de mayo, NUESTRO Presidente, el Sr. San Ginés, firmó una Resolución designando a un despacho jurídico de Madrid para que nos represente en el Recurso contra el Real Decreto por el que el Consejo de Ministros autorizó prospecciones petrolíferas.

La autorización del Consejo de Ministros beneficia a Lanzarote pues, en la medida en que algún día sepamos qué es lo que hay bajo las aguas españolas en las que se van a realizar las prospecciones, en la medida en que obtengamos esa información sin estar en desventaja con Marruecos y también, en la medida en que estos estudios se hagan con todas las garantías medioambientales, el conocimiento irrefutable de la realidad permitirá que se tomen y que tomemos las decisiones adecuadas.

La Resolución firmada por el Presidente del Cabildo debería responder a los Intereses Generales y, sin embargo, responde a los de la minoría. ¿Por qué afirmo esto? ¿En qué me baso? Lo hago basándome en mis propias convicciones, en las del Partido político en el que milito y en el único factor objetivo posible respecto a lo que al Interés General se refiere: el escasísimo apoyo, del 6% de la población total de la isla, que suscitó la manifestación contra las prospecciones del pasado 24 de marzo.

Probablemente la decisión presidencial de contratar los servicios jurídicos mencionados responde a una subjetividad parecida a la utilizada por mí cuando me he referido anteriormente a que respondía a los intereses de la minoría. Es decir, a las propias convicciones del Presidente y a la de los Partidos políticos que sustentan al Grupo de Gobierno. Sin embargo, es imposible que se haya basado en los resultados de la manifestación, pues 9.000 manifestantes ni indican mayoría alguna ni representan los Intereses Generales. Todo lo contrario.

Más allá de las graves e incongruentes falacias de Paulino Rivero y de José Miguel Pérez, al mostrar inequívocos apoyos mediáticos a las prospecciones para meses después desdecirse y promover ardientemente el no, lo que verdaderamente subyace es la miope desesperación política de verse engullidos por la magnífica y valiente gestión del Partido Popular de la caótica situación heredada y coadyuvada por PSC y CC a lo largo de la legislatura pasada. Es decir, Los Partidos que mantienen al Grupo de Gobierno del Cabildo de Lanzarote y al Gobierno de Canarias han encontrado una causa, que usan como cortina de humo, para enmascarar su alícuota responsabilidad en el drama que está padeciendo Canarias y para torpedear que el Partido Popular ofrezca una fabulosa solución vía una posible futura explotación de ciertos recursos naturales. ¿Admitir que el PP salve Canarias? ¡Antes me llevo todo por delante, incluido a mí mismo! Esa es la mísera pero verdadera lectura.

Pero volviendo a NUESTRO Cabildo y a NUESTRO Presidente, el descaro y la desvergüenza que considero envuelven la errónea Resolución, merecen la muestra de mi más firme rechazo como ciudadano y vecino de Lanzarote, que veo y compruebo cómo mi dinero está siendo empleado en una causa que va en contra de los Intereses Generales de Lanzarote.

Pero el tiempo pone a cada uno en su sitio y los errores se pagan.

Desfachatez institucional
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