jueves. 25.04.2024

¿Puede un maltratador ser un buen padre?

Hemos visto nuevamente la violencia vicaria. Una de las patas de la Violencia machista. Jamás un padre maltratador será un buen padre porque de una forma u otra usará a los y las niñas como si fueran un objeto de control sobre la madre de las y los niños. Hace unos años mientras estudiaba violencia de género. Recuerdo que la violencia vicaria se ejerce sobre las y los niños de forma dolosa para dañar a las madres psicológicamente y encima aún por encima esas madres sufren lo que se conoce en violencia de género “la doble victimización” por un lado sus hijas o hijos cómo las víctimas y por otro ellas siendo madres temiendo que si no las dejan ir con “el padre” entrarán en el punto de mira de la sociedad, judicial y un sinfín de cosas más.

La esperanza es lo último que se pierde o eso dicen. Pero sinceramente ¿Creen de verdad que un tipo que solo resuelve todo con la violencia sea del tipo que sea va a ser un buen padre? Ese tipo de padres no aman a sus hijos ni a nadie son simplemente psicópatas, ególatras y narcisistas sin autoestima que lo único que buscan son víctimas para maltratarlas y conseguir que tengan menos autoestima que él.

Muchas personas o una parte de la sociedad no comprenden que existe la violencia vicaria y es esta en muchas ocasiones vienen después de la separación del maltratador y la víctima. Hoy se ha encontrado el cuerpo de una víctima del machismo hacia su madre y de la tiranía vicaria del “padre”. Hace unos días otro “padre” español se lanzó al vacío en Brasil con la niña en los brazos. ¿Cuánto más se va a permitir esta violencia? ¿Cuántas vidas más de niñas y niños se tienen que perder por estos desalmados maltratadores? ¿Se debería permitir los discursos negacionistas de partidos políticos que niegan este tipo de violencia?

Hoy una madre perdió la esperanza por un psicópata que lo único que tenía herido era su ego de macho por despecho y lo proyectó sobre lo más inocente que tenía a mano. Y lo desesperante para esa madre es que vivirá con el pensamiento de “Y si no las hubiera dejado ir con su padre”.

Es hora de cuestionar a esos “padres” despechados que tengan antecedentes de maltrato. Que los técnicos en violencia de género, trabajadores sociales, psicólogos y en general jueces y administración de justicia intervengan a estos seres porque ya me niego a llamarlos “padres” ni “humanos”.

Los niveles de narcisismo y psicopatía que arrastran carecen de empatía y mucho de dolo. Y como decía una profesora que tuve cuando estudiaba técnico en violencia de género era “Si un maltratador se tatuara un nombre de alguien al que quisieran. Solo sería el suyo propio.

La sociedad debe reaccionar más que nunca contra esta lacra machista. La violencia machista no sólo afecta a la mujer. También afecta a los hijos aunque no sean sometidos al abuso físico. A los y las menores les afecta en ese período a la psicológica, al miedo de no ver despertar a su madre, al miedo de los gritos y golpes. Se sabía que este tipo llamado Tomás Gimeno. Tenía un comportamiento violento y que ya habían ocurrido hechos de violencia ¿Ahora quién y cómo van a reparar el sufrimiento de esa madre que lo ha perdido todo?

Los maltratadores no se rehabilitan jamás. Sólo se convierten en camaleones para pasar por buena persona entre sus semejantes y siempre buscan a nuevas víctimas.

Ningún padre con antecedentes de maltrato o violencia machista probado por un tribunal debería tener acceso a esas o esos niños.

Stop violencia vicaria!

Stop violencia machista!

Cuanta razón tiene Margaret Atwood en su frase “Los hombres temen que las mujeres se rían de ellos y ellas las mujeres temen ser asesinadas por ellos”.

¿Puede un maltratador ser un buen padre?
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