Mentiras y ultras (derechas) Hemos sabido recientemente que la agresión homófoba fue consentida y todo fue una mentira por parte del denunciante.
¿Y ahora qué? Ahora los mismos sectores de la extrema derecha y los más homófobos se frotan las manos, porque esta mentira les ha dado el impulso para darle veracidad a la existencia de las “denuncias falsas”, y la supuesta impunidad que en su mente tan retorcida creen que son incontables.
Los homófobos y la extrema derecha creerán que no vamos a condenar esta mentira, esta calumnia y están equivocados. La condenamos en su totalidad porque la mentira solo nos hace más vulnerables, ya que en boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso.
Tampoco se vengan a arriba los más rancios derechones, porque una mentira no puede deslegitimar todo un historial reciente, pasado y por desgracia futuro de persecución. Aún queda mucho derecho por lograr y conservar.
Pero también entiendan que al mínimo suceso que ocurre relacionado con la homofobia nos pone en alerta, nos sobresalta y nos hace responder, porque no es una ni dos, son cientos.
Personalmente condeno la calumnia en todas sus formas como así también lo condena nuestro código penal en sus artículos 205, 206 y 207 de la calumnia.
Para sorpresas de algunos, las denuncias falsas son delitos, ya que en el CP se tipifica en su capítulo V, de la acusación y denuncias falsas y de la simulación de delitos. En sus artículos 456, 457 y en el capítulo VI del falso testimonio art. 458 y 462.
Y aquí pueden comprobar cómo existe precedente y jurisprudencia para condenar este tipo de hecho.