Desde este viernes 15 de enero, Lanzarote se encuentra en Fase 3 de nivel de alerta por la crisis sanitaria provocada por la llegada de la pandemia a nuestras vidas hace ya casi un año.
Una vez que el Gobierno de Canarias anunciase las nuevas medidas y restricciones, mi teléfono -el mismo que he puesto desde el inicio de legislatura a disposición de todos/as los/as ciudadanos/as que me necesiten- no ha parado de recibir decenas de llamadas, todas ellas de empresarios, autónomos y profesionales relacionados con la hostelería, un sector que no ha perdido la ilusión, a pesar de ser uno de los más castigados por la crisis sanitaria e injustamente señalado.
A pesar de las restricciones en horarios y aforo a las que se han tenido que enfrentar durante tantos meses, además de otras limitaciones, los hombres y mujeres que aman la profesión han mostrado un gran espíritu de compromiso y seriedad durante todo este tiempo; pero se ha estigmatizado al sector, relacionándolo con el aumento de casos de contagio en la isla que se está produciendo tras las fiestas de Navidad. Algo que, por otro lado, todas las autoridades sanitarias preveían y cuyos pronósticos, lamentablemente, se han cumplido.
Como concejal de Turismo, Comercio, Consumo y Hostelería del Ayuntamiento de Arrecife deseo mostrar mi solidaridad con empresarios y trabajadores de los establecimientos de restauración y hostelería de la capital que, contra viento y marea y a pesar de las nuevas restricciones, seguirán luchando por mantener abiertos sus locales y proteger los puestos de trabajo.
Entre todos y todas tenemos que evitar que la pandemia se haga más fuerte entre nosotros y acabe destruyendo de forma definitiva proyectos, tanto nuevos como con años de andadura, en los que se ha puesto mucha ilusión y cariño pero, sobre todo, mucho esfuerzo, trabajo y tesón. En estos momentos cualquier instrumento de prevención de contagio masivo se hace especialmente necesario, aunque -es inevitable- traiga consigo la toma de decisiones tremendamente duras para empresarios y trabajadores, que han demostrado una vez más, insisto, una enorme responsabilidad.
Desde las áreas que dirijo en el Ayuntamiento de Arrecife y con todo el equipo técnico y humano que me acompaña, me pongo a disposición del colectivo hostelero de la capital, tanto empresarios como trabajadores y proveedores directos e indirectos, para ofrecerles todo el apoyo que necesiten y que la normativa vigente y la ley nos permita ofrecer desde esta institución.
Entré en política para ponerme al servicio de los ciudadanos y desde el grupo de gobierno quiero seguir estando a la altura de lo que se espera de un representante público y miembro de una corporación como es el ayuntamiento de la tercera capital de Canarias.
Desde el inicio de la pandemia hemos trabajado bajo el espíritu de la solidaridad y la labor de equipo y seguiremos haciéndolo, insistiendo una vez más en la importancia que tiene "trabajar juntos para salir adelante".