viernes. 29.03.2024

Una de espías

Dice él, un tal Torrent, presidente del Parlamento catalán, que lo han espiado los servicios secretos españoles -CNI-. Y dicen que se han valido para intervenir su teléfono móvil de un sistema llamado Pegassus, que inventó el Mossad israelí, pero que no está disponible sino para los gobiernos amigos. También afirma algo parecido un tal Maragall, al que tampoco conoce nadie fuera de Cataluña, que es parlamentario, o algo así, igualmente independentista. Si el Mossad y el mismo CNI tienen que perder el tiempo en estas banalidades, y luego dejar que se filtren, mal debe estar el mundo del espionaje; poco menos que en rebajas. Porque los dos personajes no están tampoco para protagonizar una trama de espías, ni por lo que saben, ni por lo que esconden, ni por lo que tienen que decir. Qué barato se está poniendo todo en España. Primero, no damos una en Europa y ahora vuelven con su matraca los catalanes, otra vez con la misma, dándose importancia y presumiendo de personajes dignos de una novela inspirada en la guerra fría. No sé, yo creo que el coronavirus y sus consecuencias aledañas nos han dejado medio tarumbas. Hasta el punto de que ayer corrió un meme por las redes en el que se ve al gran Pedro Simón refiriéndose al cero energético de Tenerife con la frase de: “Nada, nada, se apagarán si acaso dos lucecitas”. Y cara de circunstancias. Cuando un supuesto cocodrilo apareció en el río Pisuerga pusieron a Don Simón en un meme diciendo que era apenas un lagarto, pero rodeado de enormes reptiles. Pues esto es lo mismo. Torrent y Maragall aparecerán entre la niebla del puente de los espías, mientras Marlaska, en una esquina, niega y vuelve a negar a la Prensa que el Ministerio del Interior tenga algo que ver con el mariachi. Partida de mentecatos.

Publicado en Diario de Avisos

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