viernes. 29.03.2024

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La llegada de la última patera este miércoles de madrugada a la Isla de Lanzarote ha hecho florecer numerosas críticas que apuntan a la falta de coordinación en el protocolo por el coronavirus, un protocolo que aseguran, existir existe, pero que no se aplica desde el minuto uno en que los inmigrantes son detectados y localizados. Estas críticas podrían sumarse a los bulos aparecidos en medios y redes sociales en relación a la posible propagación de la COVID 19 por los inmigrantes que alcanzan costas como las de Fuerteventura. Sin embargo, la cosa cambia cuando quienes reclaman que se aplique el mencionado protocolo son precisamente los profesionales que participan en un procedimiento que en teoría ya debía estar reglado a estas alturas. Fuentes policiales y algunas ong han denunciado a este diario mucha descoordinación a la hora de asistir a los inmigrantes y luego trasladarlos y critican que "en realidad no solo se nos está poniendo en peligro a nosotros, sino a todos los vecinos de la Isla".

Los inmigrantes llegaron a primera hora de la mañana a la explanada del puerto de la capital lanzaroteña bajo el control de los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Se cree en principio que los ocupantes de la última patera lograron alcanzar la costa lanzaroteña a la altura de Playa Quemada. Lo cierto es que a lo largo de la mañana 18 varones y 4 mujeres, todos ellos originarios de Senegal, fueron trasladados al Aula de la Naturaleza de Máguez, en Haría, como se hizo con los integrantes de la embarcación que llegó la semana pasada al Charco del Palo, en Haría. Aquí empiezan las primeras críticas y los primeros fallos en el protocolo, según refieren los propios intervinientes en el proceso. "¿Por qué se les está trasladando a otras zonas de la Isla? ¿Por qué no se les practica la prueba PCR en el mismo puerto en lugar de poner en peligro a vecinos como el de la casa que casi da pared con pared con este Aula de la Naturaleza?", plantean fuentes policiales, que corroboran la detención en las últimas semanas de hasta ocho receptores de inmigrantes a su llegada a Lanzarote. También critican la ausencia de los equipos EPI, de los que tampoco disponen los trabajadores y voluntarios que asisten in situ a los inmigrantes. "Nosotros tenemos unos guantes y una mascarilla, pero eso no nos garantiza absolutamente nada", sostienen los denunciantes.

En otras de las quejas plantean que el traslado de los inmigrantes llegados en patera se haga de manera fragmentada. "Cruz Roja ha llevado por su cuenta a más de una decena de las personas llegadas hoy, la Policía Nacional se ha hecho cargo de otro de los inmigrantes, alguna otra ong ha tenido que poner sus medios para poder acercar a otro grupo hasta Máguez", critican. "Es impresentable", añaden. 

Ahora, según el protocolo que se está siguiendo, deberán estar aislados y se les hará la prueba PCR en el propio Aula de la Naturaleza, hasta donde este miércoles se esperaba que una ambulancia medicalizada con el material requerido se desplazara, para detectar si alguno de ellos tiene el coronavirus. "¿Y si lo tienen? ¿Quién nos garantiza que no nos han contagiado ya, que luego nosotros no contagiaremos a nuestras familias en casa o que los vecinos de este pueblo tan tranquilo, con mucha gente mayor, no corran este mismo riesgo?", cuestionan. 

"Nadie se va a encargar de desinfectar este vehículo en caso de que den positivo. Los cargos políticos y los altos mandos presumen de la ejecución de los planes y protocolos tras la alerta del coronavirus, pero lo cierto es que después no se aplican. Yo mismo debía haber pasado una semana en cuarentena tras tener contacto con los últimos inmigrantes que llegaron la semana pasada. Eso nos dicen que hagamos, pero a los pocos días llaman los jefes y reclaman que nos reincorporemos. Un desastre", apostillan. 

Protocolo de la COVID 19

Lo habitual en la llegada de pateras es que el Consorcio insular de Emergencias y Seguridad del Cabildo y varias ong como Cruz Roja desplieguen el dispositivo protocolario para casos como éste, parámetros que incluyen el aislamiento de las personas que alcanzan las costas españolas, la detección de posibles síntomas relacionados con la COVID 19 y la posterior realización de las pertinentes pruebas de PRC para corroborar posibles contagios del coronavirus.

También en estos casos los inmigrantes son trasladados luego a dependencias de la Guardia Civil y más tarde a la Policía Nacional de Arrecife, que se hace cargo de su custodia durante las 72 siguientes horas. Sin embargo, no es hasta siete días más tarde cuando el protocolo dicta que se les practique nuevamente esas mismas pruebas, para confirmar los primeros resultados. 

Cabe señalar que Lanzarote recibió también a principios de la semana pasada la última de las pateras que han arribado en lo que va de año. En esa ocasión fueron 19 los inmigrantes que lograron alcanzar la Isla, en concreto, la zona conocida como Charco del Palo, en el pueblo de Mala, Haría. Tras descartar que alguno de ellos fuera portador del virus, fueron trasladados hasta la nave que el Cabildo de Lanzarote ha habilitado en el barrio de Argana, en Arrecife. Así, mientras más de un centenar de menores extranjeros no acompañados siguen acogidos en lo que un día fue el albergue juvenil de La Santa, en Tinajo, unos 60 extranjeros adultos siguen en dicha nave en la capital,que tiene una capacidad máxima para 100 personas. 

Quienes ejecutan el protocolo de la COVID 19 denuncian descoordinación tras la última...
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