Muy bien por el alcalde que se ha dignado en mandar a pintar la fachada de esa casa que estaba okupada, pero que debió obligar a que la pintaran los okupas que la quemaron. Ahora falta que le meta mano al Puente de Las Bolas que está que se cae de culo. Si lo hace pronto me convencerá de que lo debemos votar en las próximas elecciones. Y si es capaz de obligar a los dueños que restauren los frontis de las cientos de viviendas que hay abandonadas en Arrecife, mucho mejor quedaría su reputación porque como vemos centenas de casas habidas en la capital se ven igual a las existentes en ciudades de Cuba o de R. Dominicana. Saludos.