Bruno Perera larga mentiras, gozando de lo que él cree gloria, pero que es efímera, sin darse cuenta de que el tiempo pasa y pronto llega el día en que se estralla contra la realidad y se parte la crisma, como cuando se la partió al zumbarse, como el baifo que es, desde seis metros de altura, para intentar forzar al alcalde para que le diera una licencia ilegal. Salta pa'trás, Perreta "200 mil panfletos". Fuerte tolete está hecho este tolete. (No me corrijas, tolete, que lo escribo a propósito, tolete)