Estoy muy de acuerdo con todo lo que sea debatir, pero desde bases ciertas. No son válidos los argumentos como la comparación del trato que se da a unas personas y a otras, o las falsedades sobre la supuesta competencia laboral de una gente que no viene a Canarias para quedarse, sino con la intención de seguir su camino hacia el norte. Un sujeto como Bruno Perera, que no dice tres palabras sin meter dos mentiras, no puede ser apoyado por ningún partido que se precie de democrático. Bruno Perera debería dar cuenta de la tomadura de pelo que le hizo a la gente con su "huelga de hambre y sed, hasta que el cuerpo aguante" que suspendió a las pocas horas. En todo caso, no pueden aceptarse movilizaciones que demandan que se maltrate a nadie. Ni son tolerables las amenazas como Bruno Perera ha hecho a mi persona. Si se trata de debatir, no se puede amenazar. Viva Canarias y viva la solidaridad y la fraternidad entre todas las personas.