sábado. 20.04.2024

El océano ha vuelto a jugar una mala pasada a los candidatos a la inmigración clandestina. Jóvenes que se lanzan al mar en precarias embarcaciones clandestinas con la esperanza de llegar a una tierra que les permita labrarse un futuro mejor. El tío y el hermano de Abdul, de 16 y 19 años, sólo habían avisado a su madre. El jueves pasado se decidieron a echarse al Atlántico a bordo de una patera. Habían pagado 500 euros por su viaje.

Lo cuenta Abdul. Un marroquí que reside en Gran Canaria desde hace años. Él también llegó en patera a las Islas en 1999. “No sabía nada de que mi hermano y mi tío habían salido para el Archipiélago, fue mi madre la que me avisó de que habían hecho el viaje pero que hacía días que no sabía nada de ellos”. Cuando se enteraron de que su patera había naufragado a los quince minutos de trayecto, Abdul hizo las maletas y se plantó en Marruecos, su país, para buscar los cuerpos de su gente.

En la patera, que partió el jueves pasado de Playa Blanca, al sur de Marruecos, viajaban 24 jóvenes marroquíes, algunos de ellos menores de edad. A las pocas millas, un golpe de mar hizo volcar a la embarcación y diez de los chicos que formaban la expedición -entre ellos los familiares de Abdul- se perdieron en las profundidades del Océano. El mar ha escupido ya a seis de los cuerpos, cuenta Abdul.

Como este lunes, este martes pasará todo el día en Playa Blanca. “Esperamos que a la tarde baje un poco la marea y podamos encontrarlos”. Abdul se queja de que están solos en su búsqueda y pide la colaboración de la Guardia Civil o de la Gendarmería marroquí. “No contamos con la ayuda de nadie, sólo amigos y familiares y vamos haciendo turnos”.

Abdul reconoce que el viaje en patera es peligroso, pero “hay veces que parece la única salida”, dice. Hace poco encontraron la patera en la que habían partido sus familiares. “Eso no era una patera de verdad, estaba en muy mal estado, y ahora en estas fechas el mar tiene mucha fuerza”.

Y también por estas fechas, informa Abdellah, de la asociación Alter Forum (dedicada al trabajo con la inmigración clandestina en el Sahara), salen más pateras del sur de Marruecos y de las costas saharianas hacia Canarias. “Hemos tenido un verano tranquilo, pero se están empezando a ver más salidas desde aquí y desde Mauritania”.

De allí, de Mauritania, partieron en los últimos diez días dos cayucos que tampoco tuvieron suerte en su travesía y que han dejado tras de sí al menos diez muertos en la zona de Dakhla, en el Sahara Occidental, según informaciones de Alter Forum y del Gobierno de El Aaiún. La asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía daba la semana pasada la cifra de más de 300 inmigrantes muertos en lo que llevamos de año en su intento por alcanzar costas españolas.

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