Un individuo de origen británico ha sembrado el pánico este domingo por la tarde en la zona del hotel Fariones, en Puerto del Carmen, después de subirse en una enorme grúa de obra que había en la zona.
Hasta el lugar se han desplazado sobre las seis de la tarde agentes de la Policía Local de Tías, de la Guardia Civil y los bomberos del Consorcio insular de Seguridad y Emergencias de Lanzarote para desplegar un dispositivo con el que lograr que el individuo bajara del peligroso lugar. 
Allí subido se le ha podido escuchar lanzar todo tipo de improperios, gritos e insultos a la gente que estaba en las inmediaciones, que se ha visto sorprendida por la acción de una persona que parecía no estar bien en ese momento. Los bomberos explican que pudieron recabar la información del sujeto en cuestión a través de una amiga de éste.
Sobre las siete de la tarde los bomberos del Consorcio de Seguridad y Emergencias han decidido subir a la grúa para tratar de ayudar al hombre a bajar sin que se produjera mayor incidente del que ya se había producido.
Según el Consorcio, en ese momento se estableció una zona de trabajo con dos bomberos que accedieron a la grúa, dejando un bombero como preventivo a pie de grúa. Entonces uno de los bomberos se dirigió a una zona visible acompañado de su pareja y con ayuda de un megáfono se pusieron en contacto con el objetivo de convencerle para que desistiera y volviera sobre sus pasos hasta la plataforma de la grúa, donde aguardaban los bomberos. Sin embargo, el sujeto no colaboró.
En uno de los intentos por parte de los bomberos de acercarse a él, éste comenzó a zarandear la grúa, desistiendo hasta que se tranquilizó. Se observó que llevaba atado al cuello una cuerda pero que finalmente resultó ser un cable de televisión. En ese momento los bomberos decidieron acceder a la terraza del hotel para obtener un mejor posicionamiento y poder convencerle de que desistiera de su actitud. Tras varios intentos por intentar convencerle, se le hizo saber que no sería detenido y fue justo en ese momento cuando comenzó a colaborar quitándose el cable del cuello y regresando hasta la plataforma donde le esperaban los dos bomberos.
Finalmente, haciendo gala de su profesionalidad, consiguieron llegar hasta él y convencerle de que bajara con ellos. Al bajar, según la información que han trasladado a este diario testigos presenciales, mucha gente se sorprendió de que se trataba de un británico joven, de unos 27 años de edad, que al parecer, como le pasa a mucha gente en estos tiempos de pandemia, podría estar atravesando problemas económicos.
Una vez en zona segura se le colocó un arnés de descenso para asegurar la bajada por la escalera de la grúa. Una vez allí, se le proporcionó una mascarilla y una manta térmica y se le trasladó hasta la ambulancia donde se le tomó la temperatura, que arrojó un resultado de 36,1 grados. 
