jueves. 28.03.2024

A partir del día 25 de octubre hay que retrasar los relojes una hora: amanece y anochece antes. En Canarias, a las dos de la madrugada volverá a ser la una y como dice la información en cope.es, es lícito preguntarse si va a ser mejor o peor que tengamos menos horas de luz al día. Sobre todo, en cuanto al estado anímico, que en general no está en su punto más álgido debido a la covid-19.

Los expertos consideran que sí puede haber una repercusión emocional ligada al cambio de hora. Las personas vulnerables pueden sufrirlo más: las personas mayores y aquellas que viven solas pueden ver su interacción social aún más reducida al llegar el invierno. Por ejemplo, si teletrabajamos en todo momento y las restricciones cada vez limitan más nuestras salidas de ocio, puede haber consecuencias a nivel de las emociones.

amanecer

Esta sería la parte negativa del horario de invierno, que también puede atesorar una vertiente positiva en lo que respecta al virus: con frío y menos horas de luz, es más fácil que se dé el recogimiento social, y quizá así se frenen los contagios, más potenciados con socialización y actividades fuera del hogar.

Quienes tengan dificultades para conciliar el sueño podrían pasarlo peor con este cambio horario. Y más con los altos niveles de estrés que muchos padecen desde hace meses. Por eso, es todavía más importante acostumbrarse a practicar algún tipo de actividad física, llevar una buena alimentación y dormir las horas necesarias.

Aunque se había decidido acabar con el cambio de hora que se da dos veces al año, de momento no hay fecha concreta para terminar de aplicar la medida. Lo que está claro es que con la modificación del horario de por medio, hay un impacto en la salud. Y este asunto, como casi todos hoy en día, también tiene su propia conexión con el coronavirus, como hemos podido comprobar.

Este fin de semana cambia la hora
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