sábado. 20.04.2024

En el año 2009 se puso la primera piedra de la residencia de la Cruz Blanca en Altavista. A mediados del 2012, sólo hay un esqueleto de lo que iba a ser el albergue para personas necesitas de Arrecife que hoy en día sólo sirve para que jóvenes acudan a beber y pasar el rato.

El pasado 15 de junio se celebró el Mercado de Artesanía en el barrio de Altavista y Francis Martín, responsable de Cruz Blanca en Lanzarote, puso comprobar in situ cómo un grupo de jóvenes ni siquiera les hacían caso cuando amablemente les pidieron que salieran con las botellas de alcohol que habían metido. Ni siquiera cuando se les explicó la finalidad del edificio tuvieron a bien abandonarlo.

“La asociación Cruz Blanca quiere aprovechar los micrófonos de Crónicas Radio para pedir disculpas por el estado de la obra porque los vecinos no se lo merecen”, aseguró el representante de la asociación en el programa Así son las Cosas.

Asegura que lo que ellos querían era crear un edificio con plazas asistenciales que atendiera a las necesidades que hay en Arrecife pero que la realidad fue que muchos se comprometieron a apoyarles de palabra, pero ninguno lo hizo por escrito y ahora no hay forma de reclamar lo pactado.

Después de ver el estado en que estaba el edificio, se pusieron en contacto con la constructora para sacar toda la basura de la nave y se puso bloque porque la estructura se estaba cayendo. El siguiente paso será poner hormigón en la zona para que no suceda una desgracia.

“Es difícil decir quién no ha cumplido porque todo nos lo ofrecieron de palabra y no hay nada escrito. Ha habido un compromiso verbal por parte de Cabildo de Lanzarote, el Ayuntamiento de Arrecife y la consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias para hacerse cargo de la obra pero con la excusa de la crisis, las subvenciones han ido llegando con cuentagotas”. Martín llega a pensar que fue un poco ingenuo al creer en la palabra dada de las personas.

“750.000 euros que aparecían en los presupuestos de la consejería de Bienestar Social desaparecieron y nadie sabe dónde están y ahora mismo hay invertido cerca de un millón de euros y los 30.000 euros a los que se comprometió el Ayuntamiento y que sí ha ingresado”, explica. “Parece que nos ha aumentado la familia con la dichosa prima de riesgo y esa es la excusa que no nos ponen y que nosotros no entendemos”, se lamenta.

¿Qué hacemos con todos esos mayores que estaban pendientes de una plaza residencial en Arrecife?, se pregunta. Recuerda que la oferta de plazas públicas para ancianos en Arrecife no llega a trescientas y sólo está el anexo del Hospital Insular, que tampoco está en las mejores condiciones.

El objetivo de la asociación era la construcción de casas familiares, unas 20 ó 30 plazas residenciales pero los informes decían que no era viable construir ese edificio para tan pocas personas. 1.800 metros cuadrados se convirtieron en 6.163, con 80 plazas residenciales y 15 de centro de día. Lo que en un principio eran 9.500.000 euros para llevar a cabo todo el edificio con su equipamiento, gracias a la bajada de precios debida a la crisis, se ha bajado el coste a 7.000.000. “Nosotros hicimos una campaña solidaria para recaudar fondos pero sin la ayuda institucional, los números no nos salen”, se queja.

Recuerda el episodio de la residencia Sol de Otoño y que curiosamente, la Cruz Blanca recibió hace escasos días la licencia de apertura para la residencia de Altavista. Habían presentado la documentación necesaria en el año 2008 y ahora se encuentran con una licencia pero sin edificio, así que ese papel no se va a poder validar.

Le apena que haya dinero para otras cosas, sobre todo, porque no hay ningún proyecto similar en Lanzarote. “Estamos preparando un concierto solidario pero como mucho se pueden sacar 3.000 euros y eso no da para nada”, comenta.

Intentar hacer el edificio más pequeño para reducir gastos tampoco es la solución porque habría que empezar desde el principio y el dinero invertido, sería dinero tirado. Otra cuestión es si el Gobierno les daría la licencia con menos plazas de las que presentaron y los plazos largos que implica cada nuevo papel.

Explica que las cantidades aportadas por las instituciones son muy pequeñas. El año pasado la consejería del Gobierno canario aportó 75.000 euros, el Cabildo 50.000 y el Ayuntamiento de Arrecife 30.000 más; en total, 155.000 euros que sólo han dado para unas columnas y un par de techos.

Martín asegura que si llegan a saber a priori lo que iba a suceder no hubieran puesto ni un bloque. Es más, la asociación se creó con el único fin de construir ese centro residencial. “Hemos llegado a acudir al senador, a ver si puede hacer un poco de presión en el ámbito estatal para que nos ayuden, hemos pedido ayuda a los bancos, al dinero proveniente del IRPF para ver si reparten un poco para Lanzarote”, explica.

Lo que está claro es que si no se avanza se retrocede. Los materiales empiezan a deteriorarse y hay que volver a invertir un dinero ya gastado. Comenta que “si pudiéramos poner piedra y arena, lo haríamos y por eso pedimos disculpas, porque ha sido una responsabilidad nuestra”.

Cruz Blanca lamenta que las instituciones no hayan cumplido sus promesas sobre la...
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