jueves. 25.04.2024

Uno de los barcos que han partido desde Barbate hacia Marruecos.

AGENCIAS

Metido ya en faena, desde Tánger, el armador Manolo Rendón considera que el acuerdo que, tras casi ocho años, ha permitido la vuelta de pesqueros españoles a aguas de Marruecos "abre una puerta a la esperanza" para la flota gaditana. Pero Manolo, que se echó al mar con 16 años y que acumula ya "treinta y algo de oficio", deja claro que es un convenio bueno para ambos países: "Nosotros vamos a trabajar, no a coger huevos de oro".

De hecho, el reino alauí recibirá 13,5 millones de euros anuales, entre otras contraprestaciones, por permitir que 119 barcos comunitarios (100 de ellos españoles) pesquen en sus aguas durante los próximos cuatro años.

Manolo habla a bordo de la embarcación 'Siempre Virgen de Regla', uno de los siete barcos que ha partido hoy hacia Marruecos desde Barbate (Cádiz) y que a mediodía esperaba en Tánger para pasar una inspección y lograr la luz verde para comenzar a faenar.

Este barbateño dice que el acuerdo era necesario, pero se ha hecho esperar. "Si [el convenio de pesca entre la UE y Marruecos] tarda más, hay quien se muere", dice.

Y explica que en los últimos años ha tenido que pescar en el Golfo de Cádiz "soportando grandes pérdidas económicas". "No es lo mismo lo que vamos a poder pescar ahora, que son unos boquerones gordos, de esos que gusta comer en Madrid, y que dan más ganancia", justifica.

Tampoco Chechu, dueño de la cantina del puerto de Barbate, quiere lanzar, de momento, las campanas al vuelo. "Estamos a la expectativa porque todo lo que hable ahora es especular. Dentro de una semana, podré hablar", afirma en relación a los efectos del regreso de los pesqueros a los caladeros de Marruecos.

Dice que notó "muchísimo" la ruptura del anterior acuerdo bilateral en 1999, ya que sus clientes son "gente de la mar". "Tenía seis trabajadores y ahora tengo uno. Si todo va bien, espero contratar otros dos más, pero todavía es pronto", explica.

'No vayas, me da miedo'

El miércoles por la noche, la víspera de que la flota española regresase a Marruecos a faenar, Paqui le dijo a su marido: "Paco, ¿por qué no te metes en el paro y no vas? A mí me da miedo". Paco es el 'patrón de papeles' (responsable de la embarcación durante la pesca) del 'Moby Dick', otro de los barcos que ya navegan en aguas alauís.

"Los marineros han tenido muy poca información y hasta el día anterior los patrones no pudieron ver la licencia con los lugares donde faenar", apunta Paqui, tras señalar que, para las familias que viven de la pesca, la incertidumbre continúa, a pesar del acuerdo. "El problema, decía mi marido, es que la licencia tiene un límite para faenar", agrega.

La situación familiar de Paqui no es muy distinta a la que vienen enfrentando desde hace muchos años buena parte de la población de esta localidad gaditana. "Mi abuela siempre me decía 'no te eches novios de la mar', y tenía razón, porque es un trabajo penoso", recuerda.

Tampoco es fácil la posibilidad de reciclarse profesionalmente. Según comenta esta hija y mujer de hombres de la mar, en todo este tiempo de parones, retrasos y negociaciones entre la Unión Europa y Marruecos su marido "ha echado mucho currículum" y ha trabajado en un montón de cosas relacionadas con los barcos.

"Estuvo en un barco arenero y en Vigo con mercantes. Además, lo llamaron de dos dragas para trabajar en el extranjero, pero le pagaban poquísimo para todo el sacrificio que suponía", precisa. Y también añade, "muchos marineros se han buscado un agujero donde han podido, la mayoría como albañiles o camareros".

A pesar de la incertidumbre, esta trabajadora del Centro Social Almadraba no se desespera: "Las mujeres de los marineros ya estamos acostumbradas a esto". Mientras, espera que haya pesca para que los barcos regresen cuanto antes. Y es que la costa marroquí es una vieja conocida -y temida- para muchos marineros barbateños.

"A Marruecos vamos a trabajar, no a coger huevos de oro"
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