La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias concluyó este fin de semana el cribado voluntario de la población de los barrios de San Francisco Javier y Tinasoria en la capital de Lanzarote después de que un análisis de aguas realizado por el Cabildo insular detectara una importante concentración del virus en las aguas de esa zona dentro de una estrategia de detección precoz de COVID-19. Cabe recordar que la Consejería de Sanidad ha llevado a cabo distintas iniciativas de este tipo que persiguen frenar los contagios de COVID-19 por parte de personas asintomáticas y de esa forma cortar la cadena de transmisión y controlar la incidencia en de la pandemia en las islas.
En total, según explica este lunes en un comunicado de prensa Sanidad del Gobierno de Canarias, se tomaron y analizaron un 1.338 muestras, 863 tomadas en la jornada del sábado y 475 muestras el domingo. El resultado de las mismas revela que tres personas resultaron positivas en COVID-19. De los positivos, dos pertenecen al mismo núcleo familiar que ya se encuentran aislados y siguiendo el protocolo al igual que la tercera persona positiva que no guarda relación con los anteriores.
En la misma jornada en la que se detectaron estos casos se inició el rastreo y el estudio de contactos. En este caso, el apoyo de los cribados con el estudio de las aguas residuales ha permitido la detección temprana de casos asintomáticos que de otra forma habrían pasado desapercibidos. Esta estrategia se analizará por las autoridades competentes para determinar su traslado a otras zonas.
El cribado de la población de estos barrios capitalinos se realizó después de detectarse una importante presencia de ARN del coronavirus COVID-19 en los análisis de las aguas residuales encargados por el Cabildo de Lanzarote.
El dispositivo móvil organizado por la Gerencia de Lanzarote contó con un equipo de 22 profesionales (sanitarios y no sanitarios) que se encargó de citar a los vecinos de estos barrios y de recoger las muestras en la zona del recinto ferial habilitada como COVID-auto desde hace semanas. Al dispositivo se suma el personal del Laboratorio del Hospital Doctor José Molina Orosa. El gerente del centro hospitalario, José Luis Aparicio, ha subrayado especialmente la labor del personal del laboratorio que además del trabajo habitual que vienen desarrollando a causa de la COVID-19, han vuelto a realizar un esfuerzo extraordinario para controlar, etiquetar y pipetear más de 1.500 muestras en un solo fin de semana.
