jueves. 28.03.2024
La Consejería de Patrimonio emite un informe que califica como “indiscriminadas" y con "falta de profesionalidad” las actuaciones de la Concejalía de Parques y Jardines de Arrecife

La presidenta del Cabildo denuncia la poda indiscriminada de árboles en zonas protegidas por parte del Ayuntamiento de Arrecife

El informe surge tras una inspección del 12 de enero y denuncia la “drástica” tala del gigantesco laurel de indias que crece en Cuatro Esquinas, los laureles de la Plaza de Las Palmas, y los ficus del Parque Ramírez Cerdá

La presidenta del Cabildo de Lanzarote, Manuela Armas, denunció el pasado 16 de enero la poda "indiscriminada" de árboles en zonas protegidas por parte del Ayuntamiento de Arrecife en la capital de la Isla.

Según señala el informe emitido en dicha fecha por la Consejería de Política Territorial, Medio Ambiente, Reserva de la Biosfera, Ordenación Turística y Patrimonio Histórico de la Primera Corporación insular, y remitido a la Concejalía de Parques y Jardines que tutela Antonio Machín, el Ayuntamiento ha actuado con “falta de profesionalidad” y de forma “indiscriminada” sobre “elementos y entornos de bienes de interés cultural.

Este informe, al que ha tenido acceso este diario, fue elaborado tras una inspección realizada por técnicos el pasado 12 de enero. El documento “surge con motivo de las actuaciones aparentemente indiscriminadas que se realizan sobre los árboles que crecen en esta ciudad, específicamente en áreas patrimoniales, y que consiste en recortar a modo de seto todo tipo de especies como laureles, casuarinas y Picus benjamina”, sostiene el informe.

Talas “drásticas”

Entre algunas de las actuaciones que habría llevado a cabo inadecuadamente la empresa adjudicataria de los servicios de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Arrecife, Urbaser, el informe enumera la “drástica tala, hace pocos años, del gigantesco laurel de indias que crece en la denominada Cuatro Esquinas”, así como “el recorte realizado el pasado 12 de enero en los ejemplares de la Plaza de Las Palmas, en el entorno de la Iglesia de San Ginés”; o en los ficus del Parque Ramírez Cerdá, “todos ellos incluidos en entornos de protección patrimonial”, según el Cabildo.

El informe precisa que en el caso de los laureles de la Plaza de Las Palmas, otorgando formas caprichosas, “arremete contra la percepción del propio espacio y permite que se pierda la función de dotar de sombra a las personas que la frecuentan, y se pervierte el recreo estético que surge de la propia contemplación”.

En el caso del Parque Ramírez Cerdá, el informe considera un acierto, desde el punto de vista patrimonial y teniendo en cuenta que se trata de un Bien de Interés Cultural, la medida de ahuyentar las garzas bueyeras por medio de la tala de la masa arbórea que las cobijaba.

Como argumentos de las consideraciones que rubrica la presidenta del Cabildo, Manuela Armas, se indica que “la Inspección entiende que los futuros tratamientos a aplicar a los árboles incluidos en bienes y en entornos de protección deben ir encaminadas a permitir su crecimiento, eliminando sólo la maraña de brotes surgidos de las talas y recortes efectuados con anterioridad”.

El informe concluye avisando al Ayuntamiento de Arrecife de que se propondrá una primera medida de recuperación de estos árboles mediante personal especializado, y que comenzará una vez que transcurran al menos unos dos meses desde la fecha de emisión de este informe.

Cabildo versus Arrecife

Este no es el primer pleito que mantienen el Cabildo de Lanzarote y el Ayuntamiento de Arrecife, dos instituciones gobernadas en la presente legislatura por el Partido Socialista (PSC) y el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL). Como se recordará, el pasado 4 de junio de 2008 el alcalde de Arrecife, Enrique Pérez Parrilla, declaró en los juzgados por un presunto delito contra el patrimonio histórico y desobediencia al Cabildo de Lanzarote.

Parrilla estuvo imputado por las obras que el Consistorio realizó en la fachada de un edificio situado en la avenida Marítima de la capital, justo al lado del Ayuntamiento de Arrecife. El inmueble, que se encuentra en el entorno de protección de la iglesia de San Ginés, es un Bien de Interés Cultural, por lo que era necesario según la Primera Corporación, contar con la autorización de Patrimonio del Cabildo para hacer obras en su fachada, un permiso que no se dio.

El Consistorio de Arrecife pensó aprovechar estas instalaciones, que llevaban meses sin ser utilizadas, para ubicar en ellas algunas oficinas municipales. Este edificio acogió con anterioridad las oficinas de la Consejería de Pesca y la Oficina del PIOT del Cabildo insular.

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