Ante el conocimiento que ha tenido la Dirección de Insular de Aguas de Lanzarote (Inalsa, S.A.) sobre la promoción y venta de aparatos de tratamiento de aguas a domicilio que se viene registrando en estos últimos días en los pueblos de Lanzarote por parte de una empresa privada, hace constar que nada tiene que ver con esta actividad y que en ningún caso ha autorizado a los representantes de la empresa a utilizar el nombre de esta empresa pública.
Según se ha podido constatar, el comercial acude a los domicilios ofreciendo una serie de pruebas químicas que persiguen demostrar la mala calidad del agua del grifo y del agua embotellada, al objeto de que se adquiera un aparato de tratamiento de aguas que se ofrece, según los testimonios recibidos, como “depuradora casera”.
En este sentido, Inalsa desea aclarar que las pruebas que periodicamente se realizan por parte de nuestro laboratorio para analizar las calidades de las aguas, se realizan de forma interna y según se estipula por la Dirección General de Salud Pública. En ningún caso Inalsa, ni ningún otro ente u organismo, está autorizado a realizar análisis en domicilios particulares.
Tal y como ya comunicara el año pasado la Dirección General de Salud Pública, al detectarse una práctica similar como la descrita, “las demostraciones que se realizan y basadas en las modificaciones que se producen en el aspecto y la coloración del agua, así como la aparición de precipitados a consecuencia de la adición de reactivos, son normales. La aparición de color negro, pardo, naranja, amarillo o la desaparición del color que evidencia la presencia de cloro al introducir vegetales, etc..., es totalmente normal. El agua natural contiene minerales disueltos (calcio, magnesio, hierro, manganeso,..) que le confieren un equilibrio químico y que dan lugar a estas reacciones. La mayoría de estos minerales son beneficiosos para la salud”. En este sentido cabe destacar que la ausencia de minerales sólo se consigue con tratamientos agresivos que producen aguas practicamente desionizadas, de composición similar al agua destilada, corrosivas, y que por lo tanto suponen un riesgo para la salud de los consumidores y las cualidades de las instalaciones. Esta agua al carecer de contenido mineral no da lugar a las coloraciones y precipitados que sí se producen en el agua del grifo o el agua envasas. En definitiva se aprovecha el desconocimiento del público en general, para generar alarma, haciendo parecer anormal lo que es habitual y hasta necesario".
