sábado. 20.04.2024
Miguel Martín, presidente del Consejo Regulador del Vino de Lanzarote

“El corazón de La Geria ha sido una catástrofe total, se ha perdido el 100% de la uva y eso ha afectado a la parra y al paisaje”

"El año pasado, en el periodo 2006-07, se abandonaron unas 100 hectáreas de viñedo, si este año no hay ninguna alternativa del Gobierno canario o de quien sea para echar una mano en las zonas más afectadas, lo que está clarísimo es que va a incrementar otra vez el abandono de estas fincas”

-“En estos momentos hay todavía más de cuatro millones de botellas en las bodegas. Lo que venden las bodegas en un año no supera los dos millones de botellas”

El presidente del Consejo Regulador de la Denominación del Origen de Lanzarote, Miguel Martín, se muestra preocupado por el futuro del sector. Según Martín, el año pasado se abandonaron “unas 100 hectáreas de viñedo y si este año no hay ninguna alternativa del Gobierno canario o de quien sea para echar una mano en las zonas más afectadas, está clarísimo que aumentará otra vez el abandono de estas fincas”. Para el presidente del Consejo Regulador el futuro está “en vender más vino del que se está vendiendo, conseguir más cuotas de mercado y poner en marcha esas restructuraciones de viñedo para determinar la uva que nos interesa”. Miguel Martín avanza además que al final se han recogido 1.600.000 kilos de uva, “un poquitito más de lo que nosotros preveíamos después de la ola de calor”.

-¿Ya se ha dicho todo con respecto a la presente campaña de uva, no?

-A día de hoy hay alguna bodega terminando ya la vendimia. Este lunes yo creo que habrá algún resto de uva de Diego y Moscatel pero ya digo, terminando. Yo calculo que en estos momentos podemos estar rozando el 1,600.000 kilos, un poquitito más de lo que nosotros preveíamos en un principio... Bueno, preveíamos después de la ola de calor porque lo que nosotros preveíamos antes de la ola de calor, era sobre tres millones de kilos, dos menos que el año 2006, pero aún así hemos obtenido 1,600.000 kilos. Precisamente lo ocurrido en la zona de La Geria ha sido terrible, en otras partes no tanto, en algunos casos muy puntuales como puede ser la uva de Diego o la uva Moscatel, pero en el resto de la Isla no ha habido tanto desastre como en la zona de La Geria. El corazón de La Geria ha sido una catástrofe total, el 100% de la uva perdida y no sólo la uva sino la parra también está bastante afectada. En la misma finca hay parras que están más afectadas que otras y de hecho se ven las hojas que se les han caído y la parra bastante seca.

-¿Eso puede afectar mucho al cultivo en el futuro o se puede recuperar con facilidad?

-Si, vamos a ver, eso va a afectar mucho a la parra, a lo que es la vegetación. Es un arbusto que no tiene mucha humedad tampoco en el suelo porque no ha llovido mucho. Son parras bastante viejas, con bastante edad. Ahora con este tema de la ola de calor, lo que está clarísimo es que va a estar bastante afectada la parra. Es decir, los saneamientos se van a resistir el año que viene. Si llueve mucho, se recuperará antes, pero lo que está claro es que aún lloviendo mucho le va a costar a la zona de La Geria y si no llueve, pues yo creo que muchas de las parras se van a ver tan afectadas que hasta se pueden perder. Como se sabe en la zona de La Geria es muy difícil de trabajar, se trabaja muy mal, es muy costosa, yo creo que no hay ninguna parte del mundo que tenga más coste producir un kilo de uva como en La Geria y, por lo tanto, está clarísimo que esto va a afectar mucho a la parra y al paisaje. No nos olvidemos que hace 40 años había 3.500 hectáreas en producción en la Isla, hace 14 años, controlado por el Consejo rondábamos las 2.600 hectáreas, es decir se perdieron en esos 25 años unas 900 hectáreas, pero es que desde hace 14 años hasta el día de hoy se han perdido 700 hectáreas más, o sea hemos pasado de 2.600 hectáreas a tener en estos momentos 1.900 hectáreas. El año pasado, en el periodo 2006-07, parece increíble pero se abandonaron unas 100 hectáreas de viñedo, si este año no hay ninguna alternativa del Gobierno canario o de quien sea para echar una mano en las zonas más afectadas, lo que está clarísimo es que va a subir otra vez el abandono de estas fincas y eso repercutirá en un paisaje tan bonito como es el de La Geria.

-Un agricultor se quejaba hace unos días de que la uva blanca no se la compraban los bodegueros.

-Yo creo que es al revés, la uva blanca se la compraban, la que no vendía era la tinta, la negra. Yo creo que una de las cosas que tenemos que hacer y que ya no hemos hecho en el Consejo Regulador, y yo muchísimas veces lo dije...hace seis o siete años dije que se estaban haciendo restructuraciones de viñedos y plantando uva negra cuando la recomendación que se hacía desde el Consejo Regulador era que se plantara uva blanca de Malvasía. También es verdad que algunas bodegas incentivaron a que se plantara uva negra y en estos momentos tenemos una producción importante de uva negra y, bueno, en general, las bodegas, lo que intentan es que la producción sea de uva blanca, Malvasía, que es una uva de una calidad exquisita. Este año ya hubo algunos problemas en el sentido de que las bodegas no cogían uva negra o por lo menos se resistían a cogerla. Y luego hay otras variedades, como puede ser la burra blanca, que en su día, hace 40, 50, 100 años, se plantó como una uva muy bonita, una uva de mesa, pero algunas parras muy puntuales. La burra blanca es una uva muy plana, que no tienen una calidad suficiente para dar un buen vino y, por lo tanto, también las bodegas rechazan ese tipo de uva. Está clarísimo que tendremos que plantearnos ver lo que va a pasar en el futuro y si es posible o reestructurar esos viñedos de uva negra y trasladarlos a blanca o hacer una especie de injerto, que funcionan muy bien, donde usted hace un injerto a una negra o burra blanca y en uno o dos años ya queda produciendo a total rendimiento. Esa es una de las soluciones que hay que tomar. Esto potencia una vez más que los vinos nuestros que tienen una calidad exquisita son los Malvasías, tanto Malvasía seco, dulce o semidulce. Son los vinos que están reconocidos dentro y fuera de nuestra Isla como unos grandes vinos.

-¿Cómo se plantea entonces el futuro?

-El problema es que una variedad como la burra blanca que es negativa para hacer vino, está claro que habría que cambiarla. De todas formas, lo de la uva burra blanca es muy puntual, muy minoritario y son parras muy contadas. Tampoco creo que sea un gran problema, a no ser que un agricultor, que yo no conozco ninguno que tenga mucha cantidad de burra blanca y no tenga ninguna otra uva. Pero si un agricultor tiene una parra o dos de burra blanca y tienen cantidades de uva Malvasía, está claro que ninguna bodega tendría inconveniente en cogerle tres, cuatro cajas de burra blanca que mezclada con la de Malvasía, que además está permitido por el Consejo, tampoco va a repercutir en la calidad. Pero a mi lo que me preocupa de verdad es la uva tinta, porque este año lo hemos vivido, en el sentido de que las bodegas se resisten a comprar ese tipo de uva. Pero el futuro está en vender más vino del que se está vendiendo, conseguir más cuotas de mercado y poner en marcha esas restructuraciones de viñedo para determinar la uva que nos interesa.

-¿Nuestra uva tinta es de mala calidad?

-Si, la uva listán negra de Lanzarote y de cualquier otra isla se plantó... Si usted se da cuenta el vino de hace 40, 50 años no era el blanco a un lado, el tinto a otro, el rosado, sino una mezcla de variedad que hacía que quedara un vino característico de la Isla, que era un porcentaje de tinta, y 80% de Malvasía, le mezclaban agua de Diego y se sacaba un vino muy especial de Lanzarote. Todo ha ido a mejor y en estos momentos se selecciona, es decir la uva Malvasía se elabora como uva Malvasía con un vino blanco, transparente, semidulce o dulce. Luego, la tinta va como tinta, el rosado como rosado, en fin se va seleccionando por variedades que yo creo que es lo que se debe hacer.

-¿La disminución este año de la cosecha ha hecho que las reservas de las bodegas se aminoren también?

-Hay que tener en cuenta que en estos momentos hay todavía más de cuatro millones de botellas en bodegas. En Lanzarote lo que venden las bodegas en un año no supera los dos millones de botellas, es decir que este año tenemos 1,400.000 botellas y se venden 400.000 botellas más. En ese sentido, va a seguir habiendo stok. Digamos que la mala cosecha “benefició” un poco a la bodega, aunque no me parece lógico decir esto porque al fin y al cabo quien trabaja la tierra es el viticultor y que se vea perder la cosecha como ha pasado en algunos sitios este año duele muchísimo y es difícil poder compensar económicamente un tema tan importante como son las pérdidas que ha habido este año en algunas partes de esta Isla.

“El corazón de La Geria ha sido una catástrofe total, se ha perdido el 100% de la uva y...