jueves. 18.04.2024

¿VUELVE EL ESPINISMO?

En el PSOE hay un mosqueo considerable con el nombramiento de Don Manuel como candidato al Senado. Todo el mundo tiene claro que este hombre se presenta veinte años después al reto con el que empezó en política porque está convencido del éxito. Hay gente que no entiende que Loli Corujo esté premiando a la gente que realmente nunca le ha apoyado en su complicada trayectoria al frente del partido

En un momento de conocido viento a favor, en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Lanzarote vuelve Don Manuel, y con él dicen las lenguas de triple filo que vuelve el Espinismo verdadero, el que parecía que se había marchado para nunca volver pero que en realidad no ha dejado de estar ahí. Mientras les quede un soplo de vida a su bien alimentado grupo de integrantes, algunos de ellos notables francotiradores, parece que no van a descansar en paz y ni van a dejar que la paz se instale en Lanzarote. Porque a los que integran el Espinismo les han quedado muchas cosas por hacer, y alguna que otra puerta por derribar, incluyendo la de la prensa libre. Nosotros planteamos la cuestión en interrogante porque no terminamos de tener del todo claro el asunto. Recibimos señales en los dos sentidos. De entrada, por aquella historia que parece sacada de un culebrón venezolano (pobre pueblo de Venezuela, no está para bromas) de que los dos máximos exponentes del Espinismo, Don Manuel y su inseparable secuaz Carlos Espino, se habían peleado. Esto se lleva contando desde hace unos años en los mentideros de la política local. Nosotros, sinceramente, ni nos lo hemos creído ni nos lo dejamos de creer. Como en todas las parejas, incluso en las que se quieren con locura, es lógico que se produzcan problemas. Ahora, de ahí a que se hubiera producido una ruptura total de las relaciones y que se hubieran devuelto las cartas de desamor hay un trecho muy largo que desde luego no nos atrevemos a recorrer. Es evidente que el uno sabe mucho del otro y el otro sabe mucho del uno. Además, conociendo como conocemos al famélico Sancho Panza de la historia, la relación debe estar grabada en algún disco duro e infinito que alguien tendrá a buen recaudo. Es un suponer.

Pero lo interesante de la historia actual es que el antaño todopoderoso Don Manuel vuelve a la escena política, y no lo hace de cualquier forma. Porque Don Manuel no reaparece en un momento cualquiera. Sabe, porque bobo no es, que es su gran oportunidad para tener un retiro dorado y una jubilación a la altura de su categoría; es el momento de abandonar el mundo de lo público por la puerta grande, como han hecho los grandes toreros de la historia de este país antes de cortarse la coleta. Que nadie se engañe: ¿cree el despierto lector que se presentaría como candidato a ocupar el puesto que le corresponde a esta pobre islita si no tuviera claro que va a ganar sí o sí, cree el despierto lector que sus poderosos protectores lo habrían sacado del museo de jarrones chinos para que se pegue la trompada padre?

Es evidente que en el PSOE no todo el mundo está de acuerdo con el rescate del que fue líder indiscutible en la sombra y en la luz de una forma muy particular de hacer y de concebir la política. Hay muchos socialistas buenos que están protestando; algunos lo han manifestado apartándose de la primera y de la segunda línea de fuego y otros lo han escenificado intentando convencer a la actual cúpula dirigente del partido de que es una nefasta idea rescatar del cementerio de los cadáveres políticos a alguien que ya se presentó en su apogeo a la Cámara Alta y que no obtuvo precisamente un buen resultado. Porque Don Manuel, hay que recordarlo porque es importante, llegó al PSOE como el gran mirlo blanco independiente que iba a hacer saltar la banca, la única persona de la agarbanzada sociedad lanzaroteña que podría acabar con el poder establecido por el entonces todopoderoso Partido de Independientes de Lanzarote (PIL). Se presentó en 2000 como candidato al Senado y palmó. Es cierto que no le ganó un cualquiera, le ganó un Dimas Martín todavía en auge y con poder a pesar de las condenas que ya le habían caído y las que le iban cayendo. Pero palmó. A pesar de la derrota, Don Manuel se emocionó, contagió a los suyos y se afilió al partido. ¿Era realmente socialista? Está claro que no, pero el dejarse llevar por el entusiasmo provoca este tipo de cosas. ¿O no fue tanto entusiasmo y sí una estrategia totalmente calculada? Esto último lo tenemos bastante claro, aunque necesitaríamos 114 confidenciales para explicarles la historia al completo y darles las claves que pocos manejan. El entusiasmo colectivo llevó al PSOE a encumbrar a este hombre hasta la Secretaría General, y ahí comenzó todo. No se recuerda una peor etapa en la historia política de Lanzarote que la protagonizada por Don Manuel al frente del PSOE. El ambiente de crispación fue total, la inestabilidad en las instituciones públicas y los enredos políticos campaban a sus anchas, y la judicialización de la vida pública que tanto benefició al colectivo del que procede Don Manuel se puso de moda. Muchos piensan que su denuncia con el siempre dispuesto Carlos Espino contra Dimas Martín por la construcción del baño de Los Dolores no fue más que la particular venganza de ambos por la primera de sus grandes derrotas. Nosotros estamos convencidos de que no fue así. Todo formaba parte de un plan. Un plan, como decimos y a modo de resumen, que se derrumbó cuando ya en 2011 Don Manuel se presentó como cabeza de lista al Parlamento autonómico con su Sancho Panza de segundo y ambos cosecharon la derrota más humillante que ha tenido el PSOE a lo largo de su historia: sacaron un único parlamentario. De ahí a la actualidad, veinte años después de su llegada, todo fue ir cuesta abajo y sin frenos.

Pero Don Manuel es mucho Don Manuel. En el cabreo que nos trasladan algunos socialistas que todavía se atreven a hablar se desprenden varias cosas: la primera, que todos coinciden en señalar que esto que está sucediendo no es culpa de Loli Corujo. Cuentan que la candidatura de Don Manuel al Senado es una imposición de arriba, de ese lugar en el que este hombre se mueve como pez en el agua. Lo que es evidente, con tejemanejes o sin ellos, es que se ha desplazado del puesto a alguien mucho más joven, con mejor cartel y con seguramente mucha más capacidad para poder defender los intereses de los lanzaroteños en Madrid como es Ariagona González. La consejera del Cabildo, aunque no lo va a reconocer en público, no está nada contenta. Vuelven a dejarla fuera de un puesto que parece casi asignado al PSOE por puro descarte, y lo hacen dándole un aparente caramelo envenenado como es ocupar el puesto número tres de la lista provincial al Congreso de los Diputados. Como consejo le decimos que tampoco se disguste, que cosas más raras hemos visto que salga un tercer diputado del PSOE por esta provincia. Insistimos en que por muchas razones el viento sopla a favor, de ahí el paso dado por el ilustre.

Ahora bien, el PSOE tiene varios problemas en uno. El más grave, el que les va a costar dios y ayuda resolver, es el de los medios de comunicación. El Espinismo se encargó durante lustros de atrocidades varias de arrasar el mundo de la comunicación en Lanzarote, practicando una política sectaria y alejada del verdadero socialismo en la que se trató de exterminar a todos los medios que no comulgaban con su discurso, todo además para tratar de favorecer a un único medio en el que Don Manuel y los suyos se sentían muy cómodos. O han cambiado mucho las cosas, o va a ser muy complicado que los socialistas puedan afrontar en los medios locales una campaña tranquila. En el caso de nuestro medio, como hemos hecho siempre, le ofreceremos a Don Manuel las mismas oportunidades que al resto de candidatos. Otra cosa es que las acepte.

Y mientras todo esto sucede, mientras algunos como José Brito expresan su malestar por la confección de listas en las redes sociales (es bastante lógico, esto sí que sucede en todos los partidos), en Arrecife la triunfadora y silenciosa Eva de Anta continúa con su trabajo de demolición. Una vez que ha dejado claro que en su lista sólo van a estar las personas que han estado a su lado en los momentos más difíciles, de ahí que haya metido como independiente a uno de los fundadores del PIL como es Tomás Fajardo, no va a parar hasta que su compañero y archienemigo David Duarte termine también sin el poder orgánico que teóricamente ostenta en estos momentos. De ahí que no sabemos si a la hora de publicar este confidencial no sea noticia ya, porque está al caer, que el Comité de Arrecife va a ser dirigido de nuevo por una gestora. Tiempo al tiempo.

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