jueves. 18.04.2024

EL LÍO DE LAS LISTAS

Nadie dice que sea sencillo confeccionar las listas antes de unas elecciones. Ahora, lo que se está viviendo estos días en Lanzarote es asombroso. Todos los partidos tienen problemas serios, pero algunos más que otros. En Ciudadanos se han metido en un lío con el caso Benjamín, que va a tener evidentes consecuencias tanto dentro como fuera. En Coalición no terminan de cerrar ni el Cabildo, ni el Parlamento ni Tías, donde Amado Vizcaíno parece que tiene ganas de enredar cosas que no se deberían enredar

No está siendo nada sencillo terminar el aparentemente sencillo trabajo de poner nombres de personas en una lista para concurrir a unas elecciones. Y no lo está siendo porque en la mayoría de los partidos con capital humano sobrante suele salir en el instante de la colocación lo peor de algunos individuos. Esto sucede triste y lamentablemente porque las vísceras de algunos supuran todo tipo de productos tóxicos en el momento en el que sienten que no se valora realmente su enorme valía, lo mucho que ellos pueden aportar a la sociedad yendo en los puestos delanteros. Porque, piensan algunos lumbreras, ¿quién aporta algo a la sociedad siendo un simple relleno?

En principio Migdalia Machín dijo que este lunes tendrían que estar cerradas todas las listas de Coalición Canaria (CC) para concurrir a los siete ayuntamientos, al Cabildo y al Parlamento autonómico en su doble vertiente –vergüenza les tendría que dar a muchos de nuestros representantes que se hayan cargado el equilibrio territorial eliminando la triple paridad y que Lanzarote con 30.000 habitantes más que Fuerteventura y 60.000 más que La Palma vaya a tener el mismo número de diputados-. Pasado el lunes, pasado el martes, pasado el miércoles, no sólo no están cerradas sino que la cosa se ha complicado mucho más de lo que algunos pensaban. De entrada, casi les ha venido como anillo al dedo la excusa de que Óscar Pérez y su plataforma vecinal –los más ruines dicen que compuesta por el propio Óscar Pérez y por el mismo Óscar Pérez- se han salido a última hora del proyecto. Con eso los nacionalistas han ganado tiempo y tienen la excusa perfecta para que no se hable tanto de la lista del Cabildo que tantos quebraderos de cabeza imaginamos que está dando a Pedro San Ginés, de la lista de Tías y de la lista al Parlamento. En el caso del Cabildo todo es más o menos normal. Al colar al doctor Sosa como número cinco por una supuesta cuota de San Borondón –partido en el que nunca militó-, se ha formado cierto lío. No hay cama para tanta gente. De hecho, alguno se puede estar arrepintiendo de haber ofrecido tan alegremente y con tanta generosidad ese puesto. Estando San Ginés de uno y su jefa Migdalia Machín de dos, los puestos de salida casi están cubiertos. Van a repetir seguro independientes como Óscar Pérez –no el de San Bartolomé, el que no tiene alas y que se ha destapado como un fantástico consejero de Cultura; al césar lo que es del césar-, y es obvio que en una organización como la de los nacionalistas hay que evidenciar la presencia de los municipios. ¿Cómo encajar todo eso, cómo puede además San Ginés dar algún golpe de efecto de los suyos? De mala manera. Habrá lógicos cabreados, habrá gente que no va a salir precisamente contenta. Todo dentro de la normalidad. Lo que no es tan normal es lo de Tías. Un acuerdo tan beneficioso para CC se ha ido enredando por lo que algunos de San Borondón definen como “la guardería” en la que están personas que no entienden muy bien cómo va esto de la política. Si firmas un acuerdo con otra organización política, lo normal es que sea la otra organización política la que proponga a la gente que quiere que vaya en la lista. Retirado Jerónimo Robayna de la escena política, aunque figura en el borrador inicial en un puesto testimonial para ir en la lista, no se entiende el problema. Y el problema no es otro que a Amado Vizcaíno no le gusta la gente que le proponen y el hombre se ha enfrascado en una guerra casi consigo mismo, metiendo en un lío a su jefa Migdalia Machín, que ya confesaba esta semana con la paciencia jobedista que le caracteriza que tenía un “pequeño problema”, y no en Houston precisamente. Lo del Parlamento ya lo conoce el despierto lector. Estaba requetecerrada la cosa para incluir a Gladys Acuña como número dos y luego se fue complicando también. La complicación parte de una exigencia de CC que la gente de Acuña no está dispuesta a aceptar. No es tan importante como para que al final no lleguen a buen puerto, porque ambas partes saben que se necesitan, o al menos que pueden generar una buena suma de votos para el objetivo de ser primera fuerza a la Cámara autonómica e impedir con ello que Fernando Clavijo deje de ser presidente de todos lo canarios. Tampoco es moco de pavo, si se nos permite la expresión, el problema que acarrea encontrar el número tres de esa lista. Nos cuentan que David de la Hoz, que parecía que no quería ir en ninguna lista, por lo visto sí que quiere. También nos cuentan que hay otros que no quieren que quiera y que consideran que hay otras personas que tendrían que estar en ese puesto por mayores merecimientos y por algo tan básico como es conseguir mayor arrastre popular.

La situación de los socialistas

En el Partido Socialista (PSOE) la cosa se ha resuelto aparentemente bien. La velocidad con la que han actuado Dolores Corujo y los suyos, supuestamente apremiados por los órganos de dirección que están en Ferraz, ha hecho que las numerosas heridas que se podían abrir y que se han abierto cicatricen antes de que la cosa fuera a mayores. ¿Problemas? Muchos, como en todos los partidos que tienen opciones de rascar bola. ¿Los más importantes? Lógicamente en Arrecife. El proceso de primarias ha vuelto a dejar vencedores y vencidos y un partido dividido. Es lamentable reconocer que los perdedores, en la mayor parte de los casos, no han sabido perder. Más bien todo lo contrario. Algunos incluso siguen amenazando por las esquinas con hacer un Montelongo y liarla parda justo antes de las votaciones de mayo. A Corujo y compañía no les preocupa en exceso. Es más, la líder de los socialistas está realizando un interesante trabajo de campo para acercar posturas con algunos. Su autorretrato con Nieves Rosa Hernández de esta semana ha cabreado a muchos de sus fieles, muchos también de los cuales han entendido que la secretaria general no puede seguir sembrando cada rincón de la Isla de cadáveres políticos y debe sumar a la causa incluso a aquellos que se la tienen jurada. ¿Cómo? Pues dándoles fingido cariño y lanzando promesas que sabe que jamás va a cumplir. Mientras, don Manuel Fajardo espera que le ratifiquen en Madrid para iniciar su ronda de entrevistas. Cuando se presentó hace veinte años le prepararon un campañón, muy moderno y muy anticipado a su tiempo. No le sirvió para mucho. Ahora, como cree que lo tiene fácil, imaginamos que se decantará por algo más sencillo, más de andar por casa. Por cierto, que algunos con poca memoria van a demostrar el estómago que tienen para determinadas cosas. Mucho nos tememos que no va a ser el caso de este grupo de comunicación, en el que ni se olvidan ni se perdonan determinados comportamientos y determinadas prácticas. Allá cada cual. Lo que sabemos es que Don Manuel fue sembrando vientos entre los medios, señalando con el dedo del Espinismo a los que no le gustaban o no respondían a sus políticas y a sus proyectos. Llegó incluso a negarse a intervenir en algunos, como es nuestro caso. La dirección de este grupo de comunicación tiene claro que no se va a vetar a nadie, ni siquiera a Don Manuel, aunque no puede pretender, como parece que lo pretende, que los vetados vayan detrás del vetador. Tendrá que ser al revés. Mucho nos tememos que se han dado cuenta que tienen más que suficiente para ganar con todos los que han solicitado una entrevista con él, que son todos los grupos de comunicación de la Isla menos el nuestro, según nos detallan fuentes bien informadas del PSOE.

El PP

En el Partido Popular (PP) Astrid Pérez se las ha visto y se las ha deseado para controlar lo que a todas luces parecía incontrolable. Y hay que reconocer que no lo ha hecho mal del todo. A la espera de ver qué pasa con casos todavía en el aire como el de la consejera Maite Corujo, a quien en los mentideros de la política local se la coloca en la lista de CC en el Cabildo no precisamente en puestos de salida, una vez superado el problema de Yaiza con la incorporación de la gente que venía de San Borondón, la presidenta tenía que solventar el problema de Arrecife, del Cabildo, del Parlamento y de las elecciones generales. Lo ha hecho precisamente aprovechando que los dos comicios estaban tan próximos. A nadie se le esconde, porque esto es muy pequeño, que la actual portavoz en la capital, Dácil Garcías, quien a todas luces ha hecho un gran trabajo en lo que le ha correspondido, tenía problemas con algunos compañeros del partido. Tampoco se le esconde a nadie que Joel Delgado había tenido también sus más y sus menos con la líder. Era algo que había que resolver, y Pérez lo ha hecho no dejando en la estacada a una persona que siempre le ha mostrado lealtad como es Garcías otorgándole un premio menor para algunos como es encabezar la propuesta de Lanzarote para el Congreso de los Diputados. Propuesta menor porque la mayoría da por hecho que aunque la pongan en el número tres de la lista provincial no sale, pero propuesta de caza mayor si finalmente y por estas cosas del destino y de los números sale y se convierte nada menos que en una de las integrantes de la XIII Legislatura de este país, una de las que se aventura más importante para el destino de todos los que seguimos habitando un lugar que hasta que no le vuelvan a cambiar el nombre se llama España. Con Joel, tres cuartos de lo mismo: ¿había un candidato mejor para encabezar la lista al Senado, había alguien dispuesto a enfrentarse a una cruenta campaña a sabiendas de que la ola que viene de Madrid va a favorecer a Don Manuel y al PSOE? Pues no. Con él se ha resuelto ese problema, que no es el único por cierto que tienen los populares.

El caso Benjamín

Pero el lío más gordo, en un resumen acelerado sobre los muchos líos que han provocado los autores intelectuales y materiales de la confección de listas en los principales partidos, se ha producido sin duda en Ciudadanos. Siendo como es una organización tan joven en las Islas es hasta lógico que se cometan errores de bulto como los que han cometido en estos días, justo cuando se suponía que debían recoger los frutos del buen trabajo que han realizado en los últimos cuatro años, en especial en Lanzarote. Todavía no se entiende por qué alguien de la organización llamó la semana pasada a Benjamín Perdomo para decirle que no contaban con él para liderar la lista al Cabildo; todavía no se entiende por qué Benjamín Perdomo, al más puro estilo Benjamín, decidió en caliente llamar a su medio de comunicación más próximo para informarles de la injusticia que estaban perpetrando en su contra; todavía no se entiende por qué la dirección regional de Ciudadanos no emitió una nota de prensa aclarando lo que estaba sucediendo; todavía no se entiende, y esto es lo peor, por qué la dirección regional no ha sido capaz de reconducir el asunto cuando resulta que se ha encontrado de frente con los compañeros de Benjamín, empezando por la coordinadora insular, Carmen Pellón, que ha tratado de dejar claro sin mucho éxito que el partido en Lanzarote está con él y que le necesitaban para afrontar con ciertas garantías los comicios que llegan en mayo. Es evidente, al menos así nos lo comunican, que la decisión no tiene marcha atrás. También es evidente que algo así va a tener consecuencias, alguna de ellas inmediata. Hay gente que no necesita la política y que no va a permanecer en la organización a cualquier precio. Mientras, el siempre encendido y activo Benjamín se ha tomado un periodo de reflexión, ese periodo de reflexión que no se tomó cuando una vez más decidió actuar en caliente. ¿Habría sido distinta la cosa si se lo hubiera pensado más y hubiera dejado que sus compañeros resolvieran el problema que es evidente que se ha generado? Seguro que sí, lo que no quiere decir que el inmovilismo demostrado por algunos hubiera mutado en movilidad. Muerto el perro no se acabó la rabia, y ahora la formación naranja debe buscar casi con urgencia a alguien que lidere la lista al Cabildo y que recomponga no sólo filas sino sensaciones. No puede ser cualquiera, está claro, y según nos dicen algunas puertas se están tocando. Alguna de ellas ciertamente curiosa. Los de Ciudadanos, ahí no son una excepción, también saben o al menos tratan de pescar en determinados ríos revueltos.

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