jueves. 28.03.2024

Andaba esta semana buscando un tema para la columna, y al igual que el jueves pasado, la papeleta me la resolvió Loly Luzardo con sus declaraciones en la radio de esta casa. Está muy preocupada doña Loly por las recientes desapariciones y asesinatos que se han acaecido en Lanzarote, todos ellos aún sin sospechosos claros, a excepción del caso del armario, por el que dos polacas cumplen prisión preventiva en Tahiche. Que trabajan mal los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, y que son muy pocos.

“Desconfianza” es lo que sienten algunos políticos canarios respecto a la pericia profesional de las fuerzas de seguridad de Estado. Y nos proponen como solución la policía autonómica. Ya se habla hasta del número de agentes que serían para empezar, unos 300, todos muchachos “residentes” (¿nacidos?) en Canarias, con lo que nuestro presidente Don Paulino Rivero estará la mar de contento. Podrá sacar pecho diciendo que ha contribuido a que tres centenares de “autóctonos” abandonen las listas del INEM.

Lo debaten en el Parlamento, y qué curioso, el PP está a favor y los “malvados centralistas” del PSOE se hacen los remolones. Prometen traer a Canarias hasta 500 policías nacionales, pero esto a Coalición Canaria, y extrañamente al Partido Popular, no les hace feliz. Será porque creen que los de aquí lo harán mejor. Vamos, que no queremos que venga nadie de la península a resolvernos “nuestros” crímenes. Eso sí, queremos que Madrid nos financie tan “autóctona” iniciativa. Para que luego se de preferencia a los canarios de pura cepa a la hora de entrar en la nueva policía. ¿Qué aquí no discriminamos a nadie? Que se lo pregunten a los que han intentado entrar a trabajar en la Televisión Autonómica siendo de fuera.

Hay nacionalismos que huelen a complejos. Es lo que pasa con la política de fichajes en la Televisión Canaria. Hay quién todavía siente rencor y recuerda que en los medios peninsulares nos obligan hablar como ellos. Ya, pero no nos cierran la puerta por ser de Canarias.

Entonces, qué pasa con la policía autonómica. Pues estoy convencido que se trata de una cuestión de insignia, de la banderita que llevan los agentes de la ley en su uniforme. Vamos a darle un voto de confianza a los “lumbreras” que llevan años reclamando la creación de este cuerpo y pensar que realmente no creen que los de aquí serán mejores profesionales. Entonces, dónde está el problema. En la “banderita”. Parece que el estandarte español molesta en el brazo de los policías. Algunos políticos prefieren la tricolor. Este asunto me recuerda aquel debate sobre la cuestión nacional del Archipiélago. Sesiones enteras en el Parlamento dedicadas a la discusión sobre si Canarias es una nación o una nacionalidad. ¿Tiene algún sentido? ¿Mejorará la calidad de vida de los canarios si se le reconoce la categoría de nación? ¿Conocen los parlamentarios la definición de nación?... Y ya para rematar el punto de vista. ¿Hay alguien en esta comunidad que apellidándose Rodríguez, Betancort o Rivero crea sinceramente en sus raíces guanches? Si, dirá alguno, yo soy el tataranieto en la centésima generación de descendencia de una aborigen guanche violada por un malvado conquistador castellano.

A lo mejor si no fuera porque el cuarenta por ciento del programa educativo lo determina la Comunidad Autónoma conoceríamos mejor la historia. Por cierto que este jueves se ha publicado en un diario de tirada nacional la clasificación mundial de países según las nociones de ciencias que tienen sus estudiantes. España anda allá por el puesto 34. Por comunidades, Canarias no está ni entre los diez primeros. Como nos vaya igual de bien con la transferencia de las competencias de policía, el número de asesinatos sin resolver será mucho mayor que tres.

Cuestión de “banderita”
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