jueves. 25.04.2024

A medida que ha ido evolucionando este estilo musical, cuyas raíces en la música de América Latina y el Caribe. Se extendió por primera vez en Panamá en los años setenta (como reggae en español) y radicalizándose como reggaetón a principios de los años noventa en Puerto Rico; nace y surge a raíz de la comunidad jamaicana cuyos ancestros llegaron a Panamá, junto a inmigrantes de ascendencia afro-antillana durante el siglo XX.

Las letras que se viene escuchando en este género bailable son consideradas de carácter machista, por llevar en su contenido “Estoy enamorado de cuatro babies. Siempre me dan lo que quiero, chingan cuando yo les digo, ninguna me pone, pero"; “Quiero una mujer bien bonita callada que no me diga naaa, que cuando me vaya a la noche y vuelva en la mañana no digaa naaa. Que, aunque no le guste que tome se quede callada y no diga naa. (...) Quiero que sepa bailar, que nunca salga sola, que nunca quiera pelear".

Asimismo ante este claro ataque desde tiempos atrás, ha llegado la hora de el contrataque de las mujeres, pero ¿realmente es un contraataque, aunque llegan a decir en algunas de las canciones bestialidades sobre ellas?, el ejemplo lo tenemos en la canción Sin Pijama de Becky G y Natti Natasha,

“Baby, hoy no vamo' a dormir (no)

Baby, hoy no vamo' a dormir (uh-uh-uh) Que no traje pijama

Porque no me dio la gana…”

“… Enciéndeme la llama

Como yo vine al mundo, ese es mi mejor pijama…”

Mi Cama de Karol G

“En mi cerradura ya no entra tu llave

Esa calentura que otra te la baje”.

Dos ejemplos que se encuentra en la actualidad en la pista de baile, aunque las letras sean autodenicrantes para las mujeres, las propias artistas como Ivy Queen que empezaba algunas de sus canciones “la diva, la perra, la potra, la caballota”. Un lenguaje obsceno que no queda igual para algunos/as según quien sea el intérprete, ya que, formalizar una guerra de géneros sin tener porque y buscar excusas para faltarse al respecto y hacerse notar va teniendo poco sentido. Condenar a canciones como machistas por solo ser cantadas por hombres y no decir nada cuando se autodenigra la propia mujer.

Incoherencia hacia el reggaetón
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