martes. 16.04.2024

La Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a 8 años de prisión a Rachid Ben Allal, un ciudadano marroquí de 26 años, al que se ha declarado culpable por el intento de asesinato de una mujer de la misma nacionalidad que ejercía la prostitución en 2005 en Las Rapaduras, en el municipio de Arrecife.

En la sentencia, dada a conocer este miércoles, la Sala condena también al procesado, en concepto de responsabilidad civil, a abonar una indemnización de 12.376,14 euros a la víctima, por los perjuicios materiales y morales causados.

Como es sabido y así fue publicado tras el suceso, el acusado mantenía a menudo relaciones sexuales con la víctima, de la que al parecer se había enamorado.

Hechos probados

Según la Sala del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), tras las pruebas analizadas y la vista oral celebrada el pasado 9 de marzo de este año en el Palacio de Justicia de Arrecife, resulta probado que el día 9 de junio de 2005 Rachid Ben Allal acudió al Bar La Malagueña, en el número 184 de la calle León y Castillo de Arrecife. Allí invitó a tomar una copa a Saida C., que trabajaba como prostituta en dicho local, y a la que después propuso acudir a una de las habitaciones del local para tener relaciones sexuales a cambio del pago del precio correspondiente, como había hecho en ocasiones anteriores.

Una vez en la habitación, el acusado pidió a la chica que le trajese otra copa, por lo que ésta accedió, saliendo del reservado, momento que fue aprovechado por Rachid para esconder un cuchillo de cocina que portaba, de 13 centímetros de hoja, debajo del colchón de la cama. Una vez que volvió la mujer, el acusado cerró la puerta de la habitación con cerrojo, y cogiendo el cuchillo que había escondido, le tapó la boca, le dijo "yo a ti te mato" y, con la intención de acabar con su vida, le asestó tres puñaladas en la región lumbar.

Arma homicida y lesiones

Acto seguido el acusado salió de la habitación con el cuchillo en la mano, dirigiéndose a un descampado donde escondió el arma debajo de unos palés de madera que allí se encontraban. En el momento de ser detenido, manifestó a los policías que intervinieron dónde se encontraba el citado cuchillo, acompañando a éstos a recogerlo.

A consecuencia de la agresión, Saida C. sufrió heridas inciso penetrantes en cavidad abdominal sin lesión de vísceras: una en el lado derecho de cuatro centímetros, y dos en el lado izquierdo de tres centímetros, con cicatrización hipertrófica. Para su recuperación precisó tratamiento médico. Tardó en curar 60 días durante los cuales estuvo incapacitada para sus obligaciones habituales, permaneciendo seis en régimen hospitalario.

El Alto Tribunal señala que debido a la localización y entidad de las lesiones referidas, "de no haberse procedido a la inmediata intervención médica se hubiese producido la muerte de la lesionada".

A la víctima le quedan secuelas a consecuencia de la agresión como una cicatrización hipertrófica. El conjunto de estas cicatrices ocasiona según la Sala "un perjuicio estético moderado".

Diez años de alejamiento

Además de los ochos años de prisión, al imputado se le condena al pago de las costas procesales. Del mismo modo, y de conformidad con lo establecido en el artículo 57 del Código Penal, la Sección II de la Audiencia Provincial impone al acusado la prohibición de acercarse, a menos de una distancia de 500 metros, a Saida C., a su domicilio o lugar de trabajo, por tiempo de diez años, así como la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio.

Condenado a 8 años de prisión por intentar asesinar a la prostituta de la que se enamoró
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