Los vecinos de Titerroy repitieron la concentración que ya celebraron el miércoles de la semana pasada para reclamar la instalación de farolas en la plaza Pio XII, que lleva más de un año sin iluminación eléctrica.
Esta reivindicación se dirige directamente al Ayuntamiento de Arrecife, al que acusan de no
haber cumplido con el compromiso de terminar convenientemente las reformas de esta plaza, en la que ahora mismo no existe una iluminación adecuada por la noche.
Esta reclamación llevó a los vecinos a convocar a los afectados alrededor de unas velas que portan en forma de protesta por la situación que están viviendo y que consideran que ya se ha alargado demasiado.
Una obra “a medias”
Según los vecinos, durante el pasado mes de abril la plaza Pío XII fue reformada “a medias”. Aunque se realizaron obras de mejora en el citado enclave, los vecinos observan desde hace una año como se va acumulando la basura en el suelo al no haber papeleras suficientes además de otras deficiencias que les llevan a pensar que la obra no fue culminada antes de su inauguración, el pasado mes de abril.
Esto les llevó a anunciar estas navidades que tenían previsto, una vez pasadas las fiestas, “realizar concentraciones por las noches en la citada plaza Pío XII, alumbrándole con velas”, una iniciativa que finalmente se ha llevado a cabo con el apoyo de la Asociación de Vecinos de Titerroy, presidida por Ismael Montero.
Montero volvió a relatar a este diario la situación que continúa igual después del primer día de protesta, confirmando que la plaza Pío XII no cuenta prácticamente con iluminación, “sólo con cuatro farolas de apenas unos tres metros de altura y situados entre los arbustos, por lo que apenas alumbran”. Por ello, el citado “lugar público casi no cuenta con alumbrado”, que se concentra alrededor de un quiosco.
Además la asociación vecinal denuncia la falta de papeleras, la deficiente poda de los jardines y la falta de riego tras la ruptura del riego por goteo, lo que “hace que en la calle se escuche con frecuencia que el Ayuntamiento ha dejado la plaza a medias”.
Para la Asociación de Vecinos, es lamentable que los niños y mayores no puedan estar en la plaza “desde que se hacen las seis de la tarde debido a que no se ve nada de nada”.
La Asociación de Vecinos denuncia además que los propietarios del quiosco, situado en la misma plaza, se quejan de que han perdido muchos clientes, pues “varios han dejado de acudir por el poco alumbrado que tiene la plaza”. “Los propietarios pagan su actividad económica y el Ayuntamiento no hace nada”, concluye Montero.
Antenas de telefonía móvil
“No vamos a ir en contra del progreso, lo único que pedimos es que alejen las antenas de nuestro barrio y las trasladen a un lugar que no esté habitado”. Así explica Ismael Montero otra de las reivindicaciones que quiere hacer públicas sobre el estado del barrio de Titerroy. Los vecinos señalan que sufren “insomnio, fatiga, nerviosismo y jaqueca”, lo que achacan a la antena de telefonía, por lo que están dispuestos a ir “hasta el Gobierno Central” para que se demuestre que las antenas tienen que ver en los problemas que aquejan los vecinos más cercanos a esta tecnología.
Para comenzar, desde la Asociación de Vecinos de Titerroy trasladará un escrito al Ayuntamiento de Arrecife solicitando información acerca de esta antena
El parque de Los Pinos
Esta Asociación reclama también que “de una vez por todas” se preste atención a la situación en la que se encuentra el parque de Los Pinos. Fue inaugurado el Día de Canarias de 1996, recuerdan. “El parque quedó muy bonito y todas las autoridades presentes en dicho acto se comprometieron a cuidarlo, promesa que pasó a la historia como otras tantas que ya estamos acostumbrados a que no se cumplan”, se queja Ismael Montero. “Para muchos es el parque más bonito de la ciudad”, dice, “lleno de unos pinos estupendos”.
Un barrio con 50 años y sin centro sociocultural
El barrio de Titerroy cumple en 2007 cincuenta años de existencia. Sin embargo, a pesar de contar con medio siglo de historia, carece de un centro sociocultural. Montero señala además que “es muy triste que el barrio tenga 50 años y siga sin contar con un centro sociocultural”, y añade que “más triste es que aún no se sepa cuándo estará ni dónde se ubicará”.
