Rachida, Naima y Hasna son tres mujeres marroquíes que aspiran a cambiar la imagen que se tiene en Lanzarote de su pueblo y de sus costumbres. Así lo reflejaron recientemente en el programa “Tropicalísimo” de Lanzarote Radio, un programa en el que Wilson Sánchez y Fabián Gaviria intentan abrir una ventana al mundo de la población extranjera que reside en la Isla, una comunidad creciente y que en gran medida trata de abrirse un hueco.
Las tres chicas fueron al programa radiofónico con la intención de explicar qué es AMAL, una asociación con una hermosa palabra árabe que significa “esperanza” y que tiene como principal objetivo la integración y la colaboración con los problemas de la mujer árabe y sus hijos que viven aquí.
Tanto Rachida como Naima como Hasna insistieron en que la asociación no es de carácter lucrativo y que se encuentra en la fase inicial.
Se trata de una asociación perfectamente organizada, con Rachida como presidenta, Naima como vocal y Hasna como tesorera.
Naima lleva 12 años viviendo en Lanzarote, cursó sus estudios en la Isla y ahora trabaja en la agencia de viajes de “lanzarote.com” como agente de reservas a través de internet. Esta casada, tiene un niño de 13 meses, le encanta leer, caminar y todo lo relacionado con las actividades sociales para ayudar a la integración, ya que parte de la idea de que no se debe nacer sólo para uno y morirse sin dejar huella, “puesto que debemos aportar todo lo que sea necesario para hacer el bien y así vivir en un mundo mejor para todos”.
Rachida, la presidenta de la asociación, está casada, tiene dos hijos de 1 y 6 años, y actualmente es profesora de árabe en el colegio Hispano Británico en Puerto del Carmen. Dice que es amante de la cocina árabe, de las actividades sociales, culturales y de hacer conocer el Islam de una manera pacífica e integradora.
Hasna, la tesorera de la asociación, que se encontraba algo nerviosa en los estudios de Lanzarote Radio tras escuchar un tema musical llamado Tun tun de tu corazón, se casa muy pronto con un mauritano con costumbres diferentes pero con la religión como principal nexo de unión entre ambos. Tuvo la gentileza de invitar a los presentadores de Tropicalísimo a su boda, que se celebrará bajo costumbres saharauis y mauritanas. Lleva 15 años en la Isla, y cursó todos sus estudios aquí. Su sueño, según contó, era estudiar medicina, pero se le truncó al no obtener la nota que le exigían para poder estudiarla y tuvo que realizar sus estudios superiores de laboratorio y análisis clínico y de farmacia. Actualmente se encuentra trabajando como auxiliar de farmacia en Puerto del Carmen.
En una de las notas más curiosas de la charla, Naima explicó que el velo que llevan es un símbolo identificativo de la mujer musulmana como protección y señal de respeto y de hacerce respetar de aquellas miradas malintencionadas. Incluso hizo una comparación que al tener su cuerpo tapado es como si se tratara de una perla en el mar que también se encuentra tapada por una concha y que al destaparse es muy bonita en su interior. El aspirante a dicha perla, debe adquirir un compromiso de amor y respeto. Cabe destacar que el taparse no significa estar desvinculada de la sociedad porque, retomando tiempos anteriores, recordó que la mujer musulmana participó en todos los campos; incluso participó en las batallas como enfermera y animando a los hombres a seguir luchando, y enseñaban el Corán, a leer y a escribir. Con tristeza en su rostro, eso sí, señaló que hoy en día lo que veíamos como Islam no era la realidad, ya que el Islam sólo quiere formar a la mujer para formar una buena sociedad con el propósito de progresar en paz.
Por su parte, Hasna señaló que el velo era un compromiso de fe y que sólo se debía usar cuando la mujer estuviera preparada, puesto que mezclar el velo con vaqueros no era lo idóneo, hacerlo delante de sus padres y luego no llevarlo cuando no están con sus familias tampoco; así pues, que adquirir estos principios no es fácil, por lo que aconsejó que para hacerlo de una manera correcta se debe conocer con más profundidad su religión.
