El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, regresó esta tarde a Madrid tras algo más de veinte días en Lanzarote, donde ha pasado sus vacaciones de verano. La estancia del presidente ha estado marcada por dos asuntos de suma importancia que le han obligado a interrumpir su descanso en la Isla en varias ocasiones. Por un lado, los cientos de incendios que han arrasado Galicia este mes de agosto. Y por otro lado, el drama de la inmigración irregular en Canarias, del que Zapatero ha sido testigo excepcional en primera línea. El hecho de que veranease en Lanzarote, una isla que ha sufrido durante años el problema de los inmigrantes “sin papeles”, sin duda habrá ayudado a que Zapatero se haga una idea más completa de lo que está ocurriendo en nuestras costas. Por ello, las vacaciones del presidente no han podido ser sino agridulces, y muchos esperan que “se lleve consigo” las impresiones que recogió durante su estancia en los centros de acogida de inmigrantes de Tenerife y Fuerteventura. Por todo ello, se espera que la avalancha de cayucos que ha llegado a Canarias en los últimos meses sea uno de los asuntos a tratar en el primer Consejo de Ministros después del verano. Lo sabremos mañana viernes, día en el que se celebrará la reunión de los miembros del Gobierno. La siguiente cita del presidente será el miércoles 30 de agosto, cuando viajará a Palma de Mallorca para mantener el segundo despacho oficial con el Rey. El viernes 1 de septiembre presidirá también la reunión del Consejo de Ministros y el domingo 3 asistirá al tradicional acto organizado por el PSOE en la localidad leonesa de Rodiezmo.
